Cuando usted compra un televisor Phillips, una parte de su dinero es para el vendedor y otra, créanmelo, para la Phillips.
Bien, si Cuba no importa nada, todo el dinero se queda allí. ¿Qué dinero? El que te pagan. Por tanto, todo se queda en casa y sin poder comprar por falta de qué.
La estratagema de pagar con comida, la ofrecían hace siglos los incipientes industriales a los obreros explotados, que quedaban obligados a "comprar" con si propio sueldo en las mismas tiendas de sus amos. Aun se usa, yo he visto albañiles hacer obras en casas por la comida. Hablo de comer con los dueños la misma comida buena.
Ahora piensen en la dieta que el dueño de Cuba da a sus masas. Y pregúntenle qué hace, si no lo roba, con todos los millones del turismo.
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