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Me reservo el derecho de publicar noticias ficticias -debidamente señaladas NF- cuando la realidad me aburra, alternando con mis entradas de opinión.

viernes, 30 de abril de 2010

Mitos y desencuentros sexuales.

Conseguir llevarnos una mujer a la cama es un proceso cansino y humillante. Sufrimos interrogatorios -sutiles o descarados- como sin estuviéramos solicitando un puesto en la NASA, cuando sólo queremos sexo, y sin saber "si el cohete va a despegar". No hablo del pene, sino del orgasmo de ella. Tal vez a causa de las consecuencias fijadas en la impronta cerebral femenina, el acto sexual es cuestión de estado, mientras que para nosotros sólo es santo , bueno y adorable , ya que sobre todo se trata de corrernos - hablando francamente.

Más tarde regreso a la entrevista de trabajo. Según yo , existen antiguos prejuicios religiosos y sociales que ocultan una simple realidad de hechos.
Primero está el rol biológico , por más que nos repatee aceptar lo que habla la Iglesia represora sobre la finalidad reproductiva y que, en tanto humanos inteligentes, sepamos que se puede tener sexo por el sexo; y luego está el mal entender la mecánica fisiológica sexual , por lo cual no integramos ésta en nuestros mitos y leyendas sexuales .

Nuestro rol biológico de machos es conseguir acoplarnos con cuantas más hembras mejor , pues no sabemos quién va a quedar grávida. Para ellas la situación es diametralmente opuesta:  si hicieran igual arriesgarían la vida del feto, además de ser llamadas putas -como poco. Por esto, hasta las ateas se comportan igual que las creyentes . Aun sabiendo que los hijos se pueden evitar prevalece esa impronta "genética" , mezcla de deseo y miedo . Esta base tiene para nosotros la consecuencia de ser juzgados como cerdos salidos, y para ellas como cerradas de mente y de piernas. Disculpen si recurro al habla callejera, pero es que describe lo que ocurre exactamente.
Ni nosotros somos cerdos ni ellas estrechas . Los insultos infundados nacen de la ignorancia y de la cabezonería: máscaras  gratuitas para esconder la frustración.

Regreso ahora a la entrevista laboral… Las hembras pueden gustar de un macho, y mucho, pero cada una quiere estar "segura de él". ¿Seguras de qué, exactamente? Ni ellas saben - deducido del hecho de no haber unanimidad en  las respuestas. Donde existe miedo existe extremismo (la  parte de ellas), y donde hay deseo hay complacencia y servilismo (la nuestra). Injustamente tenemos que entregar a la empresaria todos nuestros datos personales , contarle nuestra vida y milagros, mientras no sabemos nada de ella ,excepto que está buenorra . Nos sentimos estar "optimísticamente" a la altura del trabajo, y para lograrlo mentimos si fuera  necesario. Ellas lo saben. Pero, encima, toda esa comedia tediosa tenemos que sufrirla en forma de cafés y copas y zalamerías y regalos, todo para un simple acto sexual ( con la esperanza de que dure la relación, obvio, a ser posible ). Como dice un amigo, "estar con la equivocada hasta que llegue la verdadera" : amor y sexo son lo mismo mientras que el amor verdadero no llegue, o sea, cuando se den las raras ocasiones de sexo y una química antropológica excepcional, que a veces es duradera, aunque que casi nunca es eterna, porque los reactivos pierden efecto- salvo milagros. 



Los seres humanos reflexionamos, estemos aburridos o felices, creamos lirismo, filosofía, poesía y hablamos de fidelidad eterna;  también por la religión o el volcám del enamoramiento. Y soñamos con conceptos eternos como la fidelidad, los juramos por escrito y de palabra ante testigos, hablando de  cosas que no sabemos que vayan a permanecer así, porque las emociones son enzimas y nada físico permanece inmutable.

El segundo factor -esencial a tener en cuenta- es la fisiología de la mecánica sexual. Al hablar de placer coital se habla de pene y de vagina con el mismo falso rigor científico que se hablaba de la luz emitida por la luna, que era sólo reflejada pero no se sabía. En el universo carnal , ni los gays ni las  lesbianas son fenómenos paranormales. Al contrario, son el regreso a la base misma de las leyes infalibles de la causa -efecto , donde cada cual conoce exactamente qué hacer con alguien de su mismo sexo. 



Todavía no conozco de una mujer que no alcance su orgasmo por vía del clítoris.  Sin embargo, continuamos empeñados en hablar sólo de pene y de vagina. Para muchas mujeres su historial sexual (vaginal) es una  de frustraciones. Aquel amante porque tenía poco pene, aquel otro porque lo tenía ancho, aquél porque su armamento era animal en exceso, aquél  porque era demasiado delgado …el hecho es que muchísimas no consiguen llegar, ni con lindo ni con feo. Entonces  salen las feministas demagógicas, hablando de egoísmo y de incapacidad masculinas, y jurando que el tamaño no importa...¡ lo que es una gran verdad, pero nunca en el sentido que ellas creen ! Como si no habláramos entre nosotros...¿Pretenden enseñar al perro a ladrar, o descubrir el Mediterráneo ? Aquel de nosotros que no está “bien dotado” sabe de alguno  que sí lo está. Y puedo asegurar , siguiendo la suma de historias incluyendo las de los gays, que el número de personas que alcanzan el clímax sin manipular su clítoris o su pene (centros primarios) es bajo e insignificante.

Y hablando de ponerse en el lugar del otro, las invito a comprobar esto que ocurre en cualquier país y cultura : el sexo con vosotras es como un vídeojuego para nosotros, siguiendo, obedientes, órdenes gritadas o susurradas: “ más lento” “ más rápido” “ ya casi estoy” “ no pares” “no sigas” . Repítase esto quince minutos, o media hora, o una hora y media, -¡tanto da!- y la única cosa que vamos a oír es “game over”.  Fin de la partida, pero sólo para nosotros. Tal vez hasta mandó parar, como el comandante , diciendo "dijo, déjalo, no funciona". Ojo que no es no funcionas, sino no funciona, ello , lo que sea, por más que luego digan otra cosa en las encuestas...Y nosotros, aparte de sorprendernos de lo que ocurre como norma, recibimos el estimulante epíteto de egocéntricos e ineptos. Tan injusto como estúpido. ¡Son ellas las incapaces por esa vía, no nosotros! Y postural y anatómicamente es lo que hay y lo trajo el barco: allá quien recurra al aficionado a las posturas circenses o a los juguetitos para estimular el clítoris mientras penetra. Como quiera, no jugamos al mismo juego ni con el mismo éxito.

Luego, el negocio de los libros de auto-ayuda hace correr ríos de tinta, porque seguimos empecinados en no saber ver las simples verdades.  Los hombres tienen 2 centros de placer, y las mujeres tienen 3 – más el misterioso gatillo  errático de la gana . Para ellas es su clítoris el centro primario , la vagina sólo el secundario - la luz de luna reflejada- y, excepcionalmente el ano. El detonante nuestro es la erección, la presente o la que de seguro viene de camino. Sin ésta , no podemos disfrutar del sexo.  Es tan poderosa en los machos jóvenes que consigue prevalecer encima de las frustraciones.

Sin embargo esto cambia después y necesitas de nuevos frentes para recuperar su esplendor.  Es esto lo que explica la mayor frecuencia de los actos masturbatorios y que hasta los impotentes dejen de serlo mediante el porno o las  aventuras secretas . Los centros de placer masculinos son : primero el pene y segundo el ano, cosa tan obvia como e inexplorada por “maldita” , mal vista tanto por las religiones como por otras formas de convivencia laica (militares, internados, policía; resulta obvio que no vas obedecer fácilmente a alguien que “te abre su cuerpo”) en cuarteles, seminarios y conventos. El argumento que prevalece
de fondo es que el triunfador-jefe es quien “da en el que recibe ” y es el que más que molesta a las feministas. Comprensible, pero estúpidamente, pues nadie puede cambiar el hecho biológico de que ellas no tengan pene ni puedan “dar con él”, y aparte, porque utilizar consoladores ( plásticos fríos pero obedientes) contradice todo lo que puedan haber dicho sobre culto fálico machista.
 

Toda esa bobada no es más que mezcla de ignorancia y de oportunismo, éste por ciertos grupos de la izquierda, avergonzados de haber besado las nalgas capitalistas , siempre intentando hacerse un "puesto político postural" aunque sea atacando la influencia creciente de las iglesias , compitiendo ambos por la venta de libros y el cacho de pastel del poder. Tanto la derecha como la izquierda , y tanto las religiones como las organizaciones laicas, tienen que saber que un gay es un hombre que descubrió su otro centro de placer y actúa en consecuencia, y que una lesbiana es una mujer que descubrió que no necesita ser penetrada para tener orgasmo y actúa igualmente en consecuencia. Y que ambas situaciones no tienen nada que ver con los desencuentros hombre- mujer, los cuales tampoco tienen que ver Dios sino con la ignorancia secular y la cabezonería .

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