Enciendo mi TV esperando saber algo de Cuba , sabiendo que no provendrá de Cubavisión, pues esta cadena ha sido retirada y ni de pago se puede ver, pero esperando que alguien esté reportando,por ejemplo, el acoso a las Damas de Blanco, o hechos tan graves como el narrado por Yoani en uno de sus twits, como el linchamiento frustrado a machete
de Silvio Benítez . Pero no, comodecía Felipe Rivero, que un perro muerda a un hombre no es noticia.
En su lugar hallo que una de las guerras mediáticas de la telebasura más hedionda, entre la ex de un torero y el padre de éste, amenaza nuestra paz. Costa del Silencio se llama el lugar a donde se acaba de mudar el viejo, y no dudo que hasta allí, que es aquí, llegue toda la farándula.
La telebasura es odiosa, primero por contar intimidades y falsedades sobre los implicados a gente que no nos interesa, sin olvidar la malísima educación del hablar todos a la vez, no dejando , el preguntador, que el propio preguntado termine de contestar, y copando un espacio informativo útil. Pelea de solar cubano, gritería, sueldos indecentes cobrados por debatir noticias que los propios periodistas hacen noticia falsificando y tergiversando.
España no tiene límites legalmente perseguibles, para hablar y mentir sobre amantes, operaciones de estética, tamaños del pene o saliditas de la sexualidad ortodoxa.
No puedo decir que unos y otros cobren de nuestro dinero, pero sí en nuestro tiempo.
Y yo me defeco en la progenitora que les dió a luz. Por lo menos, que no vengan a joder tan silencioso , virginal y bello nombre.
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De eso no se escpa nadie hoy dia
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