Saber escuchar, la solución para Cuba.

El día 26 se para Raúl y les pregunta ¿quieren volver al capitalismo? Y un coro de 1 millón gritará:

- ¡Nunca, Patria o Muerte!

Un gobierno inteligente debe escuchar a la oposición, no al que le guataquea por miedo hasta el punto de ni decirle su opinion sincera. Ellos han formado al monstruo hipócrita y ciego y ahora no lo pueden controlar. Lo mismo que el pueblo borrego los formó a ellos. Cuando suprimimos al enemigo suprimimos la posibiliad de averiguar si estamos errados. La censura, la desaparición del humor, vienen a ser como un test de medicamento nuevo sin placebo, una beatificación sin abogado del diablo. Hay que escuchar al enemigo y hacerlo con inteligencia. Es estéril atender ataques infantiles pero no lo es leer el contenido. Importa lo que se dice, no quien lo dice, ni su rancio abolengo ni su pedigree de perro callejero con perra jinetera de esquina. Y como dije un día a una bloguera , el insulto es más sincero que el elogio cuando sale del corazón y suele salir de allí mucho más que el elogio y contener información más veraz o por lo menos merecedora de evalación. Por supuesto que estas palabras apenas aprovecharán a quienes toca que aprovechen, otros las juzgarán una perogrullada o una bobería mía (más, así dicen).

Por eso la chispa de inteligencia sigue estando en ciertos blogs como Cuba Inglesa más que en otros, a pesar de los trols y del relajo.

Me cuenta la regresada que en Cuba la cosa está más que mal.

No le dieron trabajo donde siempre , cosa que esperaba, porque recuperaba dinero con propinas. Tuvo que pagar 300 euros por el segundo equipaje. No pudo encontrar una TV multisistema,para que la Play que llevó al hijo se viera en color. Le llevó un DVD portátil, les compró la última lavadora que quedaba, una Daewo por 200 euros. La gente está tomando por las calles, que no es lo mismo que tomando las calles. Bebida y música , buenos equipos de música hay, trabajo no hay. En su barrio no hay quien duerma, y es Jatibonico, no La Habana.

Las tiendas de divisa vacías de comida, todo lo que se pone a la venta se agota: el pueblo tiene divisa procedente de Miami, pero esa divisa más la del turismo no se está usando para comprar como antes. Menos mal que no se mide la inflación en Cuba. El arroz está a 14 pesos cubanos y no hay. No vio ni un puesto de ventas al margen de la carretera.:

Repite que está mal, mal,mal. No dice porqué, antes me hablaba del bloqueo. Pese a todo, sus ojos se iluminan cuando me preguntan si vi a Fidel recuperado. Con la misma me enseña una foto de su abuelo, cara de gallego, 93 años. Automáticamente asocio las 2 ideas, ¿y si el HP durara 10 años más?

Cada vez me convenzo más que los aditivos en nuestra comida procesada occidental son veneno: esa gente ni colesterol tiene. Yo nunca vi más cáncer ni más mujeres con pelos en los antebrazos que en Miami.

Algo es.