"Del castrismo irracional al anticastrismo irracional"

Yo no calificaría de anticastrismo irracional lo de Zoé, eso es pasarle la mano, y dejarla irse de rositas. Sólo repito lo que tomé de aquí, donde dejé comentario. Antidisidentes irracional sí.

La sombra del cubano Impresiones de un español.

Extractos:

El español Javier Ortiz, quien fuera jurado en un concurso de poesía donde Zoé Valdés recibió una mención en 1985 (y a mucha insistencia suya porque fue el único que defendió aquel libro "mediocre", como lo calificó uno de los jurados), escribió luego sobre la pésima impresión que le dejó aquella poetisa que defendía a ultranza la dictadura de Castro. Este testimonio viene a reafirmar lo que muchos cubanos que la conocieron en la isla ya han dicho. Todas sus historias de supuestos "enfrentamientos" y "actos rebeldes" contra el gobierno y los funcionarios de Castro, son pura ficción. Su historial político es muy distinto al que ella insiste en vender. 

Al cabo de unos meses la conocí. Nos encontramos una mañana de primavera en París, vimos una exposición y charlamos bastante. Era graciosa, efectivamente, pero su castrismo resultaba verdaderamente empalagoso. A mis críticas al régimen cubano me respondió de un modo casi caricaturesco: esas cosas que yo denunciaba ocurrían realmente, sí, pero la culpa no era de Fidel, sino de algunos de los que le rodeaban, que no estaban a la altura. Recuerdo que le dije que era lo mismo que muchos franquistas decían del glorioso Caudillo de España, y no le gustó nada.

Lo que trato de decir es que, cargando sobre sus espaldas con ese pasado de castrismo fervoroso, tal vez no estaría de más que mostrara cierta indulgencia hacia quienes no condenan hoy lo que ella defendió con uñas y dientes hace apenas tres lustros. Porque, si se empeña en pintar como perfectos depravados a quienes no asumen su actual militancia mascanosiana, ella misma nos estará ofreciendo la calificación de su pasado. O de su trayectoria toda. 

Anónimo dijo... 

Los exiliados miamenses no la quieren... y ella los quiere menos aún. Recuerden que después de su última desatrosa presentacion en la Feria del Libro, lo primero que hizo fue escribir en su blog que Miami era "el cementerio de las pingas paradas y de las chochas chorreantes"... Todo eso, despechada porque nadie le hizo el menor caso y porque hizo el ridiculo en cuanta fiesta o presentación hubo, paseandose con esos guantes rojos y esa capa de Frankestein en medio del calor de Miami.  

MI COMENTARIO

Le concederé el no comentar sobre lo que era en el 85, porque todos en algún grado fueron antes de dejar de ser.
Lo de Miami es cierto. Hay miles de voces en los medios, vuvuzelas que la aturden y que le hacen sombra. Ella quiere vivir en Europa, creyendo que eso le da caché, como a los grandes, sobre todo Montaner y Ernesto al que apodó el pájaro tieso porque le hace competencia directa en su blog. Aquí tiene una aureola de algo, en Miami cagan pa' ella Ella ignora que Europa no da prestigio per se; aquí puede hacer cuentos chinos socialmente y no hay quien la contradiga...pero quiso tener un blog y ahí se puso la soga al cuello. Porque lo malo es que la leen quienes sí saben y tienen raciocinio.
Enseñoreada en su Île de France, atesora sus premios y menciones, se hace fotografiar con ropas horteras y picúas, rodeada de sus homosexuales en honor de su hermano y hermanas , que la adoran por su mala lengua.*
Y nos vacila de haberse carteado con Sarcozy. Y soñará con cenar en el Elíseo, pero se cagará en todo, sin chicharrones a la vista. Admirará cómo Carla Bruni apenas prueba bocado de su medallón de rosbif suspirando al servicio "ay , no me cabe ni la pechuga del ave Fénix". Y luego organizará una comilona en su casa, y rechazará la tercera fuente de ajiaco a su criada con un eructo bigbangesco de placer, exclamando “ay, no me cabe ni la pinga del negro Félix”, secándose la comisura de sus labios con una servilleta de hilo blanco. Y pensará como le reirá la gracia su amiga Wirth, la que sí sabe inglés en este dueto creole, o duo Creolina.

*Tenemos un dicho homófobo sobre el peligro de caer en la lengua de un maricón, pero lo van a revisar en honor a ella.