Dicen las noticias:
Bogotá, 13 jul (EFE).- Las primeras de las excarcelaciones de presos políticos anunciadas por el Gobierno de Cuba fueron recibidas hoy con satisfacción, pero también con recelo por parte de los que dudan de la voluntad real de cambio del régimen castrista.
Los Gobiernos de EE.UU. y Brasil fueron los primeros en América en congratularse por la llegada a Madrid de siete presos de conciencia, seis de ellos periodistas, que lograron la libertad gracias a un proceso de diálogo de la Iglesia católica con el gobierno de Raúl Castro, apoyado por España.
Sin embargo, entre los exiliados la cosa cambia.
Ahora toca decir que engañaron a los presos. Sin justificar esto, ya se da el siguiente paso: "recién ahora se dan cuenta". Cómo nos encanta hablar mierda, y hacer sentir al otro como un imbécil. Juzgar a la ligera los hechos con conocimiento parcial de la verdad es lo que menos importa.En el caso de los presos, el engaño ni siquiera se basa ya en que los usaron como moneda de cambio sino en que los abandonaron en Madrid, cosa incierta. Y de que los van a dispersar, como si fueran a separar familias, cosa incierta. Les han buscado albergue mientras gestionan la vivienda de protección oficial. Ni el albergue tiene aire acondicionado ni lo tendrá la vivienda. Lo que sí puede que tenga es una familia vende drogas en la puerra de al lado. Ya saben, uno de los males de la libertad, y no del capitalismo. Espérate a que los gitanos, o los moros, o los rumanos no les haga gracia los nuevos inquilinos. Exactamente lo que ocurre si a un blanco de Miami se le ocurre mudarse a ciertos barrios del NW.
La situación de esos cubanos no es de desamparo, ni peor que cualquier otro español o residente sin trabajo.
Lo que sí me temo es que no se atrevan ni a rechistar, y que caigan en el engranaje de enfrentamiento político entre partidos. Porque el PP de corazón está con ellos políticamente, cosa que no el PSOE. Aunque la Comunidad de Madrid es territorio PP completa, la idea de traerlos fue socialista, y no descarto que hagan todo lo posible por mostrar que Moratinos los trajo y los abandonó.
Carlos Alberto Montaner reside en Madrid, y yo sigo esperando que se reuna con ellos en algún momento y de algún modo nos ofrezca su visión de lo que está pasando.
Si él se llamara Yoani Sánchez, ya la Caballa de las Letras habría esparcido estiercol clamando abandono, insolidaridad y connivencia con el régimen. Por supuesto, él es un periodista insigne cuya misión no es ocuparse de los malos haceres de otros. Pero ella se guarda muy bien de enfrentarse con él, porque sabe muy bien lo que le conviene. Debe ser el único que aún la traga.
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