Expulsan a Esteban Morales del PCC.

Según parece confirmado, se debió a que Morales publicó un artículo en el sitio web de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), donde se pedía investigar el caso del General de Brigada Rogelio Acevedo- ex jefe de Cubana de Aviación- involucrado en un sonado caso de corrupción que alcanza al fugado  empresario chileno Max Marambio.

Según varias fuentes, Esteban Morales, fue expulsado por ordenes directa de Raúl. Algunos miembros del Comité del Partido Comunista que protestaron la acción habrían sido  sancionados.

Morales era panelista de Mesa Redonda, un tribunal inquisicional mediático donde pasan revista a todo lo que se menea contra la revolución.
Experto en temas de Estados Unidos, ahora tendrá que recordar las palabras de Fidel I : la corrupción y no los Estados Unidos es el peor de los males que enfrentaría la Revolución.

Y es que cuando se trata de luchar contra la corrupción, Raúl juega con el mono pero deja la cadena, no sea que lleve hasta él. 

Según Angélica Mora, periodista : " la brecha entre los hermanos Castro cobra otra víctima, el cual "trató de seguir apoyándose en los dictados del antiguo Comandante en Jefe, sin tomar en cuenta que ya el que manda en la Isla -a pesar de sus debilidades- es el Castro II."
Me pregunto, ¿ qué corrupción investigó Castro jamás, que no fuera, como Raúl, para castigar que les jugaran cabeza por detrás, o sea que se pasaran de listos, o por haberles discutido la menor cosa?

No me da la menor lástima de Esteban Morales, ninguna en absoluto. No puedo compadecerme de que lo echen de un órgano represor , el cual ni siquiera abandonó por asco. Casi no me compadezco de los que se van convencidos,  y que hasta ayer fueron canchanchanes, chivatones y vividores y hoy se sientan a compartir panel con Maria Elvira en TV y facciones de la más alcúrnica vieja guardia del exilio. Ante una cámara, ante un protagonismo o ante un dinero, que  corren a unirse y fundirse en un abrazo surrealista.
Fácilmente todos se viran contra la menor propuesta de la disidencia cubana interna, llámese Payá o Pacá, Fariñas, Sánchez, se le da muy bien llamar por el cell a presos y expresos, mientras uno piensa de tan irreal comunión cómo de hipócritas no habrán sido o no son ahora. Ayer pidiendo la cabeza al que decían mafioso y hoy estrechando la mano durante la pausa comercial de Oneida Flowers  o Sedano's Supermarket con muslo de pollo a equis centavos la libra.
Se nos va la fuerza por la boca mascullando contra consignas decimonónicas que retrotraídas a Maceo y Carlos Manuel de Céspedes, gozamos despellejando iniciativas ajenas; se nos va la lucha oyendo denuncias - mágico bálsamo que enfría resquemores y adormece dudas sobre el ex adversario, y a él le confiamos todo, que es ¿ el qué? el hablar y hablar de nada en realidad. La cárcel sigue en pie y rodeada de agua con escualos, y nosotros mismos rodeados de desconfianza y  vendidos a la repetidera de denuncias como si con hablar estuviéramos tumbando a nadie.