No es la primera vez que blogs del bando político que profeso olvidan dar entrada a colaboraciones mías, que de otro modo no podría aquí, para no repetirme como el ajo. Se diría- y me digo- que saben que sus blogs tienen mucha mayor difusión que el mío, y como no gustan de mi opinión, fidelinamente "olvidar" darle luz verde.
Por tanto me disfrazo de nuevo de hormiguita paciente yoaniera, y sin elegantemente evitando citar los censuradores, ruego paciencia leerme repetido.
Dicho con todo cariño a los tarados, tarados: a mí el byte publicado no me lo pagan a nada, ni Raulés II ni la mafia de Miami, el primero porque no tendría conqué ( ni siquiera me queda familia en la cárcel por la cual temer) y el segundo porque es una entelequia que no existe, en parte porque los batistianos ya duermen en el cementerio de Flaggler, y porque la que verdaderamente queda, que son los mercaderes de envíos y vuelos a Cuba con divisa para el régimen, y yo, no tenemos nada en comun. Esa mafia bi-nacional y bi-moral tiene su derecho legal pero amoral a hacerse rico a medias con las FAR, mientras se ríen de la mantención del bloqueo, sin la cual no vivirían.
Pero por razones de derecho y con las mismas razones, nunca dejo que la censura me doblegue.
Lo de la carta de los 74 es cuestión de opiniones. Yo no veo más que un grupo de personas que acaban de descubrir lo que es no seguir incomunicados, gracias a Internet y a twitter y que piden más. Hay un hambre de noticias de afuera, porque dentro son 4 gatos los que tienen "cell": es como si de fuera les llegara la esperanza, como si se tratara de los esquimales de Igloos en la noche. El nuevo acceso es hacia fuera, debido al precio de lo que cuesta hacia dentro en cualqueir hotel habanero.
Según la Chevalier des Letres , (en francés caballo, -que ni siquiera yegua- de las letras) y doctora House-noris Cáustica por la Universidad de la Sorbetona , resulta que Fariñas y Yoani sincronizan con el régimen sus movidas para tapar lo que se cuece; curioso que sea el justo el revuelo armado por Patatica Valdés,entre otros, lo que eclipsa la salida de Ariel Sigler. ¡Qué hubiera sido, si la C-74 hubiera sido dada a conocer después de Ariel! Es la ley del embudo: invento porque quiero y tiro porque me toca. Y lo peor es el eco que encuentra, no importa cuán absurdo. Me explico- y ya me duele repetirme. Se regala directamente divisa y mucha directa al régimen, cada vez que se envía a Cuba. Sólo piensan en el familiar- lógico, aunque se trate delmismo hipócrita que agita banderitas el 1 de Mayo-, que recibe el bien mientras Raúl se queda el oro. Lo mismo cuando viajan. Es más viajar de España a Cuba, o más barato enviar yo a Japón una TV que de Miami a Cuba. Y eso no les parece mal. Tampoco el comprar online productos fabricados por el pueblo ( Tukola, cerveza Bucanero, la perdumeria de Suche Camacho, carne a 21 euros el kilo…) Todo eso lo hacen por su familiar, y el oro a Raúl.
Pero cuando la C-74 plantea que se LE VENDA a Cuba los implementos agrícolas para labrar la tierra, se rasgan las vestiduras alegando dar oxígeno al régimen. Lo mismo cn las visitas de los americanos, con cuya ausencia como todo el mundo sabe el régimen “se vino abajo” y con cuya presencia “volverán a coger auge”.
Por lo que a mí respecta, Patatica Valdés puede emplear a fondo toda su maquinaria para ver si vuelve a vender novelas donde los barcos encallan con rocas flotantes y Camagûey existe 200 años antes de su fundación, pero deber respetar el derecho a la duda con respecto a Yoani Sánchez y a Fariñas, y dejar de llamarles teatreros corrompidos. La Doctora House-noris Cáustica debería tener la decencia de no afirmar ante la duda; es inmoral acusar a Miriam Leiva de mantenida, y absurdo sospechar de teatro a quien llama sin tapujos asesino a los Castro, como es indecente acusar a Yoani de enriquecerse con la muerte de OZT y de fabricación del gruo Prisa. ¿Al final, quién de las dos es instrumento del régimen? Y que la acuse ella, que ha sido acusada de ser producto de marketing de la editorial Planeta.
“Después de leer la última novela de Zoé Valdés, Lobas de mar (Premio Fernando Lara, de la editorial Planeta), resulta imposible imaginar por qué esa editorial invierte —porque, sin duda, se trata de una inversión— miles de dólares en premiar otro libro más de una autora, cuyas novelas suelen estar llenas de errores históricos, geográficos, etnológicos, gramaticales y estructurales.”
Y ahora, si ustedes quieren, pueden decir que también yo soy producto de ella misma para autopromocionarse. Ella jamás lo dirá, claro.
Volviendo a la C-74 , la disidencia externa debe dejar de considerar a la interna como a) incapaz mental de saber lo que es bueno o b) teatreros del régimen. Eso se llama puro paternalismo ofensivo y absurdo, por no mencionar del desvelo por regalarles el pescado en vez de venderles la caña de pescar.
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