De Cuba cada uno salió cuando se produjo uno de dos hechos:
1) el desencanto
2) el fin de las circunstancias personales que le permitían más o menos gozar.
El que sale, rápidamente se llena de sospechas de los que se quedaron y hasta de los otros que se fueron. "Tú vivías muy bien, hasta que..."Esta suele darse cuando el otro afirma que él no estaba contento desde hacía rato. El primero sabe de lo que habla el segundo porque él hacia lo mismo, pero la delación, el invento y el echar p'alante queda marcado por los siglos.
Y quien pinta este panorama fuera, pinta lo mismo dentro, pero sin jamón.
Y luego, la tecnología les da blogs para que cuenten todo esto. Y lo peor, es que nadie puede atreverse a decir "yo fui consecuente" sin acusarse de castrista, o sin haber estado preso.
A los segundos se los tiene tan olvidados como a los veteranos del vietnam. A los primeros se les sienta en estudios con aire acondicionado en A mano limpia , el programa de Óscar Haza, y a gozar que son dos días, y yo no fui el que mató la vaca, sino el que aguantó la pata de la pata de la pata. Ninguno de ellos tomaba decisiones, sólo cuadraban los paquetes de hojas, plá plá, primero longitudinalmente, luego a lo ancho.
Borregos, es lo que somos, pero con cuernos, siempre faja'os unos contra otros, con el enemigo equivoca'o, y a correr a ver a Silvio, pero que no se entere nadie, y vete preparando la excusa si te cogen: mi hija quería ir, qué tiene que ver el arte con la política, etc, etc.
Cualquier cosa y se la creen, y si no, sácale que su abuelo fue batistiano, no 'pérate, mejor que combatió en la sierra.
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