En Cuba dejaron de enseñarse valores religiosos y ese vacío no se sustituyó con otra ética. Con una de respeto al individuo, que no es lo mismo que ser fiel a un sistema, y menos por injusto que éste sea. Sigue la pregunta de Pablo , ¿quien les enseñará si nadie les predica? Si no hay temor a Dios , ni sentido del error o del pecado, por qué no mentir, por qué no robar, por qué no delatar, por qué no ser injusto falso envioso y en definitiva por qué no matar.
Pero ¡cuidado! Se dice que Dios escribe recto sobre renglones torcidos. Se cree que Jesus fundó algo sagrado , la Iglesia , sobre gente imperfecta. No debemos culpar a la una por lo otro. Pero en las circunstancias de Cuba actuales, no podemos dejar de presionar divulgando y repitiendo que están dialogando y sonriendo con alguien que aún mantiene presos y viola los DD HH. La Iglesia es muy sensible a la imagen que da, y según está satisfecha de mostrarse como mediadora con logro de resultados, también se sentirá mal si insistimos una y otra vez sobre esto. En mi opinión, no debermos perder tiempo debatiendo si hay que agradecer las liberaciones – ¡solo una!- o a quién, hasta qué punto las Damas de Blanco presionaron , o si volverán a las calles después de las cinco semanas de tregua. Que esta visita de Mamberti sirva para ellas no tengan nunca más que salir, gracias a nuestra presión.
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