Ciclón sobre Cuba.

Hay un nuevo ciclón inmoral que barre Cuba, que se une al de la hambruna. El año pasado hubo uno meteorológico que dejó desastres. La Habana rechazó todo casi , de la ayuda del exiio:materiales de reconstrucción, alimentos y otro tipo de utensilios, pero aceptó parte de la europea y la REVENDIÓ al pueblo. No la dio. Es hora de recordar esto y divulgarlo, de recalcar que se mientras la ayuda humanitaria en otros países la roba la guerrrilla y la revende, en Cuba, como en Zimbawe esa función la realiza  el propio desgobierno degenerado de Raúl y con dos cojones.

Mientras se negaba a recibir la ayuda para al apoblación, el régimen pedía : Dénnos créditos, no ayuda.

Se comprotaban com si Cuba no fuera mendicidad hecha geografía, al  menos el grueso del pueblo, y esgrimía desvergonzado lema de "Verguenza contra dinero"

Porque realmente ¿qué hace Cuba siempre? Es como quien dice: no me apaguen este incendio, regálenme una casa anti incendios, teniendo los extintores propios bajo siente llaves y encendiendo ellos la estopa cada noche.

Ese es el malestar que produce la carta de los 74 -que yo apoyo, y me reitero- en parte considerable del exilio, y más en estas úlltimas horas, con la constatación de que a nuestro arzobispo se fue a cabildear a Washington para mediar a nombre del régimen, mientras que no se reune con la disidencia que es población penitenciaria o inmediatamente penitenciable. Se da la lengua con los ladrones a cambio de ganar imagen. El juego de Raul es: si quieres inteceder para ganar puntos -quedando bien cuando excarcelamos presos hechos talco-, préstate a interceder a frente a Washington. Quizá-pensando ingenuamente pero no sin mosqueo- de veras convencieron a Ortega y Alamino de que realmente  Cuba está ya pidiendo aguas por señas para aliviar la hambruna, y que cabildear es una causa noble. El problema es que nadie lo cree, y por eso me siento obligado a explicar la aparente perversión de que veamos esto con malos ojos.

Nada sabemos del futuro en realidad. Repito que no descarto el efecto positivo de las visitas de yanquis  porque es positivo todo lo que suponga volver a la normalidad respecto a otros países. El empleo de maquinaria agrícola cómo podría ser negativo. Se dice que la revenderían al pueblo como otras veces, pero también que no venderían nada, como otras veces. El argumento de como otars veces a mi no me convence, porque nadie sabe las circunstancias de cada vez ni las de la persona que la concreta que la tomó. Los tiempos cambian. Negarnos a la míserable consolación de que por lo menos Cuba retroceda medio siglo hasta recuperar su agricultura y ganadería, es demencial.

La idea que parece molestar es, no tanto que el gobierno especule con maquinistas nuevas sino que la cosa realmente mejorel, y entonces el una especie de neoconformismo se instale en la dictadura.

Pero repito: yo no lo creo, y no tengo argumentos, como tampoco los tienen los inmovilistas. La vida se abre camino, los tiempos cambian y gracias a Dios las circunstancias externas sacuden el anacronismo y el inmovilismo sin que podamos evitarlo. Sólo cabe esperar lo más positivo, simplemente porque peor ya no puede estar. Y si es positivo, ¿cabe que nos sintamos mal? Eso es inadmisible, como inevitable, y ya veremos si es factible.