Helen Thomas : Otra perra que dimite, yéndose de rositas.

 
Llevaba tiempo...utilizando las ruedas de Prensa de la Casa Blanca como su tribuna personal. Es decir, haciendo colar sus opiniones particulares como preguntas periodísticas. Pero como consentida decana de los corresponsales que cada día se congregan en el epicentro del gobierno de Estados Unidos, nadie se atrevía a decirle nada a Helen Thomas. Pero al final, han podido más la suma de la crisis de la "flotilla de la paz" y su profunda animadversión hacia Israel. Hasta el punto de verse forzada a presentar este lunes su dimisión como columnista presidencial de la cadena Hearst, indicando que a los 89 años era hora de retirarse.
 Este desafortunado y frustrante final para la célebre periodista -de origen libanés y con una carrera, en su mayor parte al servicio de la agencia United Press International, que abarca a todos y cada uno de los ocupantes de la Casa Blanca desde JFK- ha resultado inevitable al trascender unas declaraciones a una página de Internet. En ese video....Helen Thomas argumenta que los judíos deben salir inmediatamente de Palestina, abandonar la tierra que ocupan y volverse a su casa: Alemania, Polonia, Estados Unidos y el resto del mundo.
El problemático tufo anti-semita de esas palabras ha resultado demoledor pese al cariño y respeto que disfrutaba Helen Thomas como icono del periodismo americano. Este pasado fin de semana, tenía previsto dar un discurso de graduación en un "high school" a las afueras de Washington y se lo cancelaron. Ha sido expulsada sumariamente por la empresa que le organizaba sus retribuidas conferencias. Y sus compañeros de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca la han criticado por escrito calificando sus opiniones como "indefendibles".
 Hasta Robert Gibbs, el secretario de Prensa del presidente, ha tenido que poner distancia con Helen Thomas, etiquetando su pronunciamiento como "ofensivo y condenable".  De nada ha servido el intento de disculpa por parte de la veterana periodista, argumentando que "mis palabras no reflejaban mi sincera creencia en que la paz llegará al Medio Oriente cuando todas las partes reconozcan la necesidad del respeto muto y la tolerancia".
 Lo que está bastante claro es que cuando cumpla noventa años el próximo agosto, Barack Obama no vendrá a traerle pastelitos.