Una amiga me envía un correo muy preocupada por mi integridad física, desde España le llegó una lista de setenta y cuatro traidores a la patria entre los que me encuentro. Resulta que he firmado una carta, junto a otros representantes de la sociedad civil, pidiendo la flexibilización de las facilidades para vender alimentos y la liberación de los viajes de ciudadanos norteamericanos a Cuba.
La polémica me fascina, justo en Cuba tengo otra amiga blogger que me llamó enseguida para decirme que en su opinión había que apretar la tuerca hasta que no hubiese ni agua para tomar, porque sólo así se caería la dictadura: ni a mí se me ocurrió decirle “fascista”, ni ella a mí “asesina castrista”. Como es elemental terminamos nuestro diálogo con total armonía: ella me transmitió algunas interrogantes y yo le dejé otras dudas.
No sería la primera vez que en mi pequeña isla no tendríamos nada que comer, ya lo vivimos -para nada relacionado con la política exterior de Estados Unidos- después de la Perestroika y la Glasnost, que mandaron setenta años de comunismo de cabeza al infierno. No creo que la democracia sea exportable, ni el hambre un detonador de la conciencia social. Siempre me he preguntado a cuántas horas estuvimos el 5 de agosto de 1994 de una “Matanza de Malecón” al estilo de la de Tiananmen. ¿Acaso alguien hoy especula que China sea un país democrático?
Desde que tengo uso de razón la política de la guerra fría sólo ha servido para que el Ministro de Relaciones Exteriores de turno repita un mantra infinito en cuanta cumbre hay por el mundo “bloqueo, bloqueo, bloqueo”, pero las cuentas privadas de los dueños del país siguen “creciendo, creciendo, creciendo”. Mientras, la izquierda Europea y Latinoamericana aplaude como si unas restricciones económicas pudieran justificar la dictadura más larga de occidente.
Esa es mi opinión: puede estar errada, puede ser correcta. Quizás sea ingenuo pensar que estas flexibilizaciones promoverían la democratización de Cuba, sin embargo, lo contrario termina por ser -cuando se le mira fríamente- igualmente naif. Agradezco a todos los que han mantenido viva esta polémica en la red sobre bases civilizadas y objetivas, especialmente Ernesto Hernández Busto en Penúltimos Días me ha hecho sentir que la Cuba armónica y divergente no está demasiado lejos, esa -como dice Reinaldo Escobar- donde “la discrepancia política esté despenalizada”.
A los que piden mi cabeza, sólo una observación: me parece que van a tener que disputársela con los muchachos del DSE, ellos la están solicitando desde antes.
La polémica me fascina, justo en Cuba tengo otra amiga blogger que me llamó enseguida para decirme que en su opinión había que apretar la tuerca hasta que no hubiese ni agua para tomar, porque sólo así se caería la dictadura: ni a mí se me ocurrió decirle “fascista”, ni ella a mí “asesina castrista”. Como es elemental terminamos nuestro diálogo con total armonía: ella me transmitió algunas interrogantes y yo le dejé otras dudas.
No sería la primera vez que en mi pequeña isla no tendríamos nada que comer, ya lo vivimos -para nada relacionado con la política exterior de Estados Unidos- después de la Perestroika y la Glasnost, que mandaron setenta años de comunismo de cabeza al infierno. No creo que la democracia sea exportable, ni el hambre un detonador de la conciencia social. Siempre me he preguntado a cuántas horas estuvimos el 5 de agosto de 1994 de una “Matanza de Malecón” al estilo de la de Tiananmen. ¿Acaso alguien hoy especula que China sea un país democrático?
Desde que tengo uso de razón la política de la guerra fría sólo ha servido para que el Ministro de Relaciones Exteriores de turno repita un mantra infinito en cuanta cumbre hay por el mundo “bloqueo, bloqueo, bloqueo”, pero las cuentas privadas de los dueños del país siguen “creciendo, creciendo, creciendo”. Mientras, la izquierda Europea y Latinoamericana aplaude como si unas restricciones económicas pudieran justificar la dictadura más larga de occidente.
Esa es mi opinión: puede estar errada, puede ser correcta. Quizás sea ingenuo pensar que estas flexibilizaciones promoverían la democratización de Cuba, sin embargo, lo contrario termina por ser -cuando se le mira fríamente- igualmente naif. Agradezco a todos los que han mantenido viva esta polémica en la red sobre bases civilizadas y objetivas, especialmente Ernesto Hernández Busto en Penúltimos Días me ha hecho sentir que la Cuba armónica y divergente no está demasiado lejos, esa -como dice Reinaldo Escobar- donde “la discrepancia política esté despenalizada”.
A los que piden mi cabeza, sólo una observación: me parece que van a tener que disputársela con los muchachos del DSE, ellos la están solicitando desde antes.
Rubén y Mercedes :lo de Zoé Valdés es de llevarla a juicio, decirle bicho a Yoani, decir que hace dinero con la muerte de OZT ( lean febrero 16 en su blog), decir que la golpiza que sufrió era como la del Medán "de cartó piedra" pero cuando YS publicó su audio se metió la lengua donde no da el sol, mas sin disculparse. Se ha burlado de Fariñas diciendo que su huelga es mentira y nunca creyó en ella. Y ostenta en la portada de su blog el nombre de su abogada, como Fidel ponía la pistola encima de su mesa de estudiante en los exámenes..,está engreída la brillante escritora ( a mí me gusta..ba, desde Lobas de Mar ya no)y no hace sino repetir que es Caballero de las Letras y doctora honoris causa. Ella fue quien bautizó a Ernesto de Penúltimos Días con el "pájaro tieso", se cree una vaca sagrada mientras se burla de la que llama vaca sagrada Yoani Sánchez. Para mí entre ambas hay una diferencia esencial Yoani tiene más de sagrada que de vaca, y Zoe al revés. Al menos Yoani no escribe libros donde Camaguey existe 200 años antes de su existencia o los barcos chocan con pedazos de roca desprendidos (que flotan por lo visto)
Respecto a la carta, sí que les piden la cabeza a los 74 firmantes, y hanmirado las firmas con lupa y si pudieran romperían lanass urnas para mirar quién votó a quien en unas elecciones a la cubana. Lo menos que dicen es "¡Desprestigio!"
La chusmería del exilio es mala , pero expresa paternalismo más que maldad; se parte de la base de que los disidentes de la isla o están vendidos al libreto o no saben lo que es bueno para ellos;
Es el mismo exilio idiota que manda remesas gratis ( la divisa para el regimen) pero no quiere que le vendan a Cuba ni siquiera implementos agricolas.Regalarles el pescado sí,venderles la caña no.
En el fondo saben bien que la ausencia de turistas yanquis no tumbó al régimen, ni su presencia lo sostendrá. Claro que sí servirá para enriquecer a las FAR, y claro que se roban la divisa y no la emplean en importar. Pero ya que la importación es en divisa, la que toca es esperar que tengan más para emplear en esto. Dudo que Raul pueda controlar el robo sin que lo tumben, empezando por Ramiro Valdés. La esperanza de que resolvieran más con más ingresos es ilusa, pero con menos divisa seguro que es imposible.
Y, Claudia por decir eso yo no soy bienvenido en muchos blogs, y se me tacha de agente, empezando por el cabecilla exiliado de los Sigler Amaya...Si tú supieras cómo está el patio del exilio te ibas a cortar Marabú...
En el fondo, detrás del paternalismo, está lo siguiente : dime tu nueva idea para tumbártela, no matter what I will.
Lo mismo que Fidel.
Respecto a la carta, sí que les piden la cabeza a los 74 firmantes, y hanmirado las firmas con lupa y si pudieran romperían lanass urnas para mirar quién votó a quien en unas elecciones a la cubana. Lo menos que dicen es "¡Desprestigio!"
La chusmería del exilio es mala , pero expresa paternalismo más que maldad; se parte de la base de que los disidentes de la isla o están vendidos al libreto o no saben lo que es bueno para ellos;
Es el mismo exilio idiota que manda remesas gratis ( la divisa para el regimen) pero no quiere que le vendan a Cuba ni siquiera implementos agricolas.Regalarles el pescado sí,venderles la caña no.
En el fondo saben bien que la ausencia de turistas yanquis no tumbó al régimen, ni su presencia lo sostendrá. Claro que sí servirá para enriquecer a las FAR, y claro que se roban la divisa y no la emplean en importar. Pero ya que la importación es en divisa, la que toca es esperar que tengan más para emplear en esto. Dudo que Raul pueda controlar el robo sin que lo tumben, empezando por Ramiro Valdés. La esperanza de que resolvieran más con más ingresos es ilusa, pero con menos divisa seguro que es imposible.
Y, Claudia por decir eso yo no soy bienvenido en muchos blogs, y se me tacha de agente, empezando por el cabecilla exiliado de los Sigler Amaya...Si tú supieras cómo está el patio del exilio te ibas a cortar Marabú...
En el fondo, detrás del paternalismo, está lo siguiente : dime tu nueva idea para tumbártela, no matter what I will.
Lo mismo que Fidel.
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