Mi primera impresión cuando las vi: un cadáver, han soltado a un cadáver...
Ariel Sigler Amaya no entró así a las cárceles castristas cuando fue encarcelado en la Primavera Negra del 2003.
No.
Ariel Sigler Amaya pesaba cuando aquello 205 libras (más de 93 kg), era boxeador, un hombre completamente sano. Pero en las cárceles en que estuvo adquirió un rosario de enfermedades, entre ellas una polineuropatía de la que difícilmente logre recuperarse.
No se parece su cara hoy, absolutamente en nada, a la de la foto del cuadro en la primera foto aquí arriba en el post, de cuando entró en prisión hace 7 años. Sus piernas, sus brazos, su cuerpo: como los de un muñeco de trapo, o como los de un cadáver, mejor dicho, porque casi es uno. Repito: un hombre saludable, deportista, ¡de más de 93 kg de peso!, de los cuales en una entrevista en 2009 reconocía haber perdido casi la mitad del mismo y sin hacer huelgas de hambre, por cierto.
Por si Ud. no lo sabe, desde hace años es grave su estado de salud. Y desde hace años su familia y miembros de la oposición en Cuba están pidiendo por su liberación. Su madre, Gloria Amaya, también denunció su precario estado de salud:
...pero sólo consiguió que él pudiera visitarla en su velorio, escoltada la silla de ruedas incluso.
¿"Gesto humanitario" del gobierno liberarlo ahora, horas antes de la discusión en el Parlamento Europeo de su posición común con respecto a Cuba? ¿"Gesto humanitario" darle una licencia extrapenal a una persona que parece un cadáver casi? ¿O miedo de que se les muera otro preso político más en sus cárceles?
¿Les pasa como a mí que no me pega el archiconocido argumento del "tal y más cual sistema salud que ha logrado la revolución cubana", con el estado de salud en que se encuentran sus prisioneros de consciencia?
Menciónenme un solo ejemplo de persona de la cúpula castrista o sus acólitos que pase hambre o esté en similares condiciones de salud, a ver si entro en razones, porque yo no lo conozco. Eso sí: tengo clara idea de cómo es que salen de la prisión los opositores del régimen. Si salen...
Por Ariel Sigler Amaya y por otros 25 presos políticos en similares condiciones son por los que está en una huelga de hambre desde hace más de 3 meses Guillermo Fariñas. Exigiendo mejores condiciones carcelarias y sus derechos, murió tras una huelga de hambre Orlando Zapata Tamayo el 23 de febrero pasado. Antes no se enteraba nadie, pero entrevistas, fotos, videos, denuncias le dan la vuelta al mundo hoy en cuestión de minutos, y la dictadura ya no puede ocultarlo.
El idioma Español es muy rico en sustantivos y adjetivos como para definir como "gesto humanitario" lo que ha hecho con Ariel Sigler Amaya. Búsquenme otras palabras, por favor. Esas no las puedo aceptar.
Tomado de aquí.
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