Hoy estaba comprometido a través de terceros -a un encuentro artístico culinario con un tercio del trío Los Panchos, y ruego a algún alma caritiva explique a VAN VAN de Octavo Cerco qué quiere decir lo anterior.
En vista del número de comentaristas que me visitan, abrumador en relación al tiempo que aquí consumo , decidí tomarme una jornada aparte y aceptar.
A los postres y alentados por culpables copas de Faustino VI cantábamos viejos boleros, aderezados por los punteos de requinto de José Luís y sus paradas para contar anécdotas.
Hubo muchas pero destacaré tres.
1 Nunca pudieron grabar en francés, pese a la profesora de dicción:
-Debo confesarte algo, Pedro- para esa hora y con Faustino de por medio ya me tuteaba-: Nos tronaron. A la primera escucha la mujer dijo : muy bello, pero no se entiende ese francés . Y nos tronaron el disco.
2 Otra anécdota fue su respuesta a un locutor que acababa de saber de sus 10 hijos, y le preguntaba cauteloso si los diez eran con la misma mujer.
-Bueno los tuve con la misma, pero con diferentes mujeres.
3 Esta es la que ocurre en Cuba y merece estar aquí. A llegal al hotel su mujer y él y dar el nombre, les sale un tipo mandado a llamar, que muy serio les dice que se esperen media hora más. Que han sabido de quién se trata y quieren darles una suite. Se quedó asombrado, pero aceptó. Les encendieron un aire acondicionado que olía a decenios de hongos y atronaba la estancia. Poco después el tipo de la suite le explicó el favor que quería pedirle; si Los Panchos podían actuar en Cuba pero a precio reducido, porque Cuba no tenía dinero. El músico respondió así:
-Los Panchos no pueden rebajar su caché. Lo que sí podemos es tocar gratis. Pero yo no mando, nuestra oficina está en Miami, llame usted, aquí tiene la tarjeta.
Y cuenta Jose Luís que fue oír "Miami" y caerle al tipo ácido encima. Que él sepa, nunca llamaron.
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