El general quiere matar del corazón a la madre de Orlando Zapata Tamayo.
Raúl Castro lucha implacable por terminar con Reyna Luisa. Espera que no tenga un corazón fuerte .
El general racista se venga por ser la que parió al penúltimo héroe de Cuba, y hasta por no lograr que comiera algo . “Come algo m´hijo”. “Ni un caramelo, mami. Mi lucha es por la libertad de los presos y por los derechos humanos. No los traicionaré ni con un caramelo”.
Raúl Castro no perdona a Reyna Luisa por haber perdido a su hijo, por haberle dejado convertirse en héroe. A un puto negro albañil: eso es lo que los enloquece.
Se vengan de ella por llamarles asesinos cada vez que alguien la entrevista.
No dudan en calumniar al muerto de delincuente común.
Dictadores asquerosos como Somoza o Stalin no impedirían a una madre visitar el cementerio o tener el certificado de defunción de su hijo. Más bien con fría indiferencia le tirarían hijo y papel a la puerta de su casa, y dejarían a la vieja enterrarlo y que llorase todo lo que le diera la gana. Saciar su luto, vaciar su odio.
Pero la Revolución no hace eso: es muy elegante y mediática. No quieren caer en el error de Batista, que exhibía a sus reprimidos, a sus torturados y muertos.
Entierran al muerto gratis y gratuito (sin razón), porque así es todo el mal que hacen . Montan un operativo militar contra la madre en el traslado del cadáver.
Son los tanques chinos de 1989 de La Plaza de Tian'anmen (o Plaza de la Puerta de la Paz Celestial ) contra la figura solitaria, ésta vez una negra con su dolor.
Después le niegan el certificado de defunción, para que ella no pueda exhibirlo, para que no tenga ese símbolo del crimen, para que no lo convierta en una reliquia que besar. No la dejan visitar la tumba.
Las Damas de Blanco desfilan sin problemas, gracias al Cardenal Vaselina , pero de Reyna Luisa nada. A ella la han silenciado. Y la prensa del mundo no recoge el horror de que a una madre se le niegue visitar la tumba y tener el certificado de defunción de su hijo.
Cuba no es Sudáfrica. Por aquella sí hubo boicot internacional, porque su apartheid era público, el de Cuba es ocultad,o como los miles de presos, de ejecutados, de torturados, Todo eso se silencia, como el hecho de obligar a firmar el regalo de todo lo que poseemos al régimen incluída la casa para poder salir del país. Todo sin sangre a la vista, y con firmas de por medio, como la obligatoriedad a asistir cada primero de mayo a darle vítores al tirano.
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