¿El fin del pingalismo?

Se ha llamado así, o así yo lo percibo, a la huevitis  que preside el poder decisorio en mi país. Huevitis blanca añado yo. Hombre blancos heterosexuales  (teóricamente). No es el momento de reinvidicar el papel de los gays a la nación, cuando los negros y mujeres siguen marginados. Se han colocado, sí en los puestos de pico y pala político, en las turbas de asedio que ahora han parqueado para re-ganar imagen, aunque veremos cómo harán si las Damas de Blanco se mantienen firmes no renegando de las Damas de Apoyo, como le pedido que hagan ofreciéndoles, mejores tratos a los maridos y cupones de descuento en los malos tratos.

La respuesta, según leí en Baracutey, ha sido un firme NO.

Me gusta oensar que si del pingalismo vino toda esta opresión, que además ha sido inútil, destructiva para el país y sangrienta, de los firmes ovarios de las mujeres valientes vendrá su remedio.

Me hacen pensar en Aliens II, cuando la teniente Ripley manda al carajo en unión con otras el ineficaz pingalismo machista de los mandos, y consigu vencer al Alien , enfermos de tecnología inútil contra el ácido y las fauces del monstruo que criaba más monstruos tras devorarlos por dentro. En el filme, Ripley y otras se pasan por el mismísimo forro de la matriz los planes de capturar y llevar a la tierra a un alien, en desobediencia civil y militar, usando la cabeza y el sentido común.
No son muchas las mujeres que asumen el rol, pendientes del que dirán, y se pierden en sus pinturas no sabiendo a quien complacer ahora, pero siempre atacándose entre ellas. Y para quien sepa leer entre líneas, alguien, desde los estudios Castro (no los Rubalcaba esta vez) dio en el clavo criticando a la jefita de París; hablo de la certera intuición de ese clon de Yoani, la Yohengendris, creado en Cuba para contra-atacar a la flaca de Generación Y.