2 No estoy solo en esta apreciación.
3 Concluyendo, que es gerundio.
Si levantaran el embargo pues sería genial. ¿Cómo puede ser beneficioso anular algo inocuo, como has dicho tantas veces, Pedro ? Bueno, no me habrán leído bien. La creencia en el embargo es la que sostiene a Fidel en Fincastro.
Ya sin embargo, para poder dar al pueblo qué comprar ( lo cual es el kid ya que no hay nada, por no haber ni vergüenza hay) Cuba necesitaría trato de favor: que volvieran a comprarle en exclusiva el azúcar a ella, y créditos. Y por aquí, sí que se podría chantajear a los esbirros : o abren el régimen, o el congreso no aprueba créditos para que Cuba importe. Cuba ni loca lo haría, pues a los hermanos les va el régimen en ello. Europa tampoco volvería a picar el anzuelo, pues Cuba les debe miles de millones de euros, siendo un yonkie que funde toda ayuda en droga y comida no quiere.
Por supuesto que la gente no lo ve así como yo, incluso cuando ya es una realidad (salvo por los créditos americanos), ya que el borreguismo no conoce lados del Caribe ni colores de bandera. Si los borregos internos internos gritan pidiendo el fin del mismo, los externos gritan pidiendo que continúe, siendo que la creencia en el efecto del embargo es la que mantiene a Fidel donde está.
La gente no lo ve así como yo, y deben pensar que estoy loco, lo que no piensan es que sólo un loco entiende la mente loca de Fidel, que ha logrado sin embargo hacerse con borregos en ambos lados del Caribe.
La falacia del embargo satisface el orgullo de ambas partes, pero justifica a Fidel; yerran quienes creen que él no necesita justificar nada, por supuesto que sí, pues vive del apoyo borreguil del pueblo, el cual sabe que el gobierno tiene de todo, sí, y que en las shopping hay de todo incluyendo cosas americanas, sí, PERO ES INCAPAZ de comprender porqué razón Castro mismo mantendría las tiendas al borde de "la nada telarácnica". Fácil, si vemos lo barato que es mantener un sistema de delaciones. Cuba no es un sistema de prensa abierta donde afloren transacciones ilícitas o se denuncien prevaricaciones y nepotismos, pero de serlo ¿quién iba a denunciar un pollo, una caja de refrescos, una jaba con champús?La inteligencia del satanás nuestro es diabólicamente simple. Los psicólogos criminales se sorprenden de los móviles de un crimen, de hecho, saben que cualquiera de nosotros puede ser deseado o envidiado por sabe dios quién y víctima de un crímen.
Una población satisfecha en sus necesidades se cagaría en los discursos y órdenes bajadas, y él lo sabe bien, y jamás quiso permitirlo. Ahora es que ni siquiera puede, sin darle las nalgas al capitalismo y a las urnas.
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