¿Seremos como el Che? La realidad exacta de Cuba, contada por un peruano.

Beto Ortiz
Lima, Perú

       Los cubanos hablan de dinero todo el tiempo del mismo modo en que los presos hablan todo el tiempo de libertad,te preguntan cuánto gastas, cuánto cuestan tu reloj, tus lentes, tu blue jean, tus zapatillas si son de marca, si esa marca es la más cara o si hay otra marca mejor, los cubanos miran todo el tiempo ese mar tan azul cobalto eléctrico ultramar que los rodea y los persigue como si fuera una pesadilla, un incendio líquido, una magnífica pena que los acechara agazapada a la vuelta de la esquina y lo miran y lo miran como si esperaran que en cualquier momento se abriera para dejarlos pasar lo miran con una cólera infinita como el mar, con la misma ansiedad con que los presos miran todo el tiempo las inmensas murallas de la prisión con esa roña de quien pregunta a cualquier dios barbón maldito porqué coño no estoy del otro lado,, maldito seas dios del demonio, que hago yo acá con las alas abiertas de par en par y tan inmóvil como una gaviota disecada... los cubanos inventan las máquinas más inverosímiles y maravillosas en su loco afán por darse a la fuga se montan con la mujer los hijos y el perrito en globos aerostáticos hechos de sábanas en tinas de baño con motor fuera de borda, en camionetas pick up que flotan sobre balsas de cilindros en llantas de camión a la vela en delirantes avionetas a pedal que a veces tras tres días y tres noches de viajar a la deriva desafiando los vientos y las mareas y los tiburones y el terror y el desaliento y las malaguas y la sal avistan tierra y gritan tierra tierra llorando de la emoción llegamos a Miami coñuelamadre y no saben los pobres que a donde han llegado en realidad es a las playas de Pinar del Río, que es otra vez Cuba, donde unos guardias los esperan para meterlos presos a todos "por cobarde y contrarrevolucionario intento de deserción" y los hunden en una mazmorra donde todos los demás fugitivos frustrados les volverán a contar una y otra vez hasta la afonía la extraordinaria leyenda de la bella domadora del acuario nacional que una noche de tormenta abrió las compuertas del tanque de las marsopas y logró escaparse hermosamente montada en el lomo del delfín más enorme y plateado que se haya visto alguna vez deslizándose sobre las aguas..
        Todos los cubanos desde chiquitos marchan bien derechitos como soldaditos cantando consignas convertidas en canciones mientras marchan con su pañoleta al cuello y sus machetitos al hombro hacia la zafra hacia la jornada voluntaria de trabajo obligatorio. Los cubanos no es que coman arroz mazacotudo con frijoles negros unos días y los otros días frejoles negros con arroz mazacotudo para variar, no señor ,esos son cuentos, no es así ,no es que los coman simplemente sucede que los cubanos en realidad están hechos íntegramente de ese austero material aunque sería una calumnia vil decir que no comen otra cosa porque también comen plátanos verdes de todas las formas crudos sancochados machacados y fritos, también comen malanga eque--es una especie de yuca injertada con batata- también comen galleta de agua que es más tiesa que la suela del botín de un combatiente y azúcar para ponerle al café que hay de vez en cuando y a la leche que nunca hay a veces también comen o mejor dicho chupan unas naranjas amarillentas a las que comprensiblemente llaman chinas y ya para de contar que a esa ración nomás les da derecho la tarjeta familiar frejol y arroz y plátano y yuca y malanga y azúcar rubia y galleta de agua y café -y china cuando hay y déseme por bien servido- aunque claro, también te toca con tu ración mensual un jabón de pepa que huele a diantres para que te bañes y una crema dental con un único sabor a azufre ..todo lo demás no existe o se compra con dólares, si es que por ventura tienes algún pariente que a la muerte de un papá se acuerde de ti y te los envíe desde Miami porque en Cuba un médico o un abogado o un ingeniero no gana mas de doce o quince o máximo dieciocho dólares al mes y un paquetito de pollo que está congelado desde hace un año y medio te cuesta diez y todo lo demás queda completamente fuera del presupuesto, o lo que es lo mismo, no existe.
       No existe el papel higiénico ni las toallas higiénicas ni los condones* ni el talco, ni el desodorante,, ni las hojas de afeitar ni el champú, ni el reacondicionador, no existe la mantequilla ,ni la mermelada, ni el huevo, ni el queso, ni el jamón,, no existe el vino ni el chocolate ,ni los corn flakes, ni el yogurt de fresa, no existe el té, ni los fideos, ni la verduras, ni las frutas, ni las especias ni el atún, o sea no es que no exista es que se compra en dólares y nadie tiene dólares o sea que no existe los cubanos viven entre tinieblas porque la luz siempre ha estado en otra parte, porque en las noches no es que haya apagones de vez en cuando, no señor esas son mentiras, lo que sí hay de vez en cuando son alumbrones que sacan a todo el mundo de su rutina negra y al menor descuido le iluminan a uno sus miserias como apuntándole por pura maldad con un reflector como para que a alguien le diera aunque sea un poquito de lástima.
       Los cubanos te ponen la mejor de sus sonrisas y hablan con cualquier turista apenas lo ven y tratan de adivinar de dónde viene y para qué viene y hasta cuándo se queda y por qué no se queda más y a modo de saludo les preguntan: ¿parla italiano? ¿spricht deutsch? ¿fala português? con la furiosa esperanza de que el forastero diga cualquier cosa en cualquier idioma o aunque no diga nada por lo menos sonría y eso les permita entablar cualquier tipo de conversación que aun sin que nadie entienda nada pueda desembocar en la invitación providencial y mágica y milagrosa y ultraterrena de un chicle globo, un cigarrito o una gaseosa Tropicola en el mejor de los casos , porque en el peor los cubanos y por supuesto las cubanas apenas ven a un extranjero jinetean que es la jocosa y desenfadada palabra que ellos han acuñado para referirse al más antiguo de todos los oficios jineteras y jineteros que se van contigo a que les hagas lo que tú quieras a donde tú quieras menos a tu hotel -a tu hotel no, porque en los hoteles está prohibido el ingreso de cubanos y cubanas a las habitaciones para evitar la prostitución razón por la cual ellos o ellas te convencerán de que mejor vayas a sus casas, de paso que les pagas alguito a sus familias por el alquiler del cuarto entonces llegas y te presentan al papá y a la mamá y a la abuela y a la tía y hasta a la vecina si es de confianza y con su permiso --me disculpa un momentito que vamos a subir a la habitación y si no está lista te la preparan y te la ponen muy bonita para que puedas sentirte muy a gusto con la hija o el hijo engreído de la casa porque si lo disfrutaste de repente te quedas hasta mañana o con suerte toda la semana y los sigues proveyendo de divisas y de esa callada manera el hijo o la hija se sienten útiles de estar contribuyendo de manera decidida con la endeble economía familiar.
       Los cubanos hacen cola todo el día- es lo que mejor les sale, hacer cola es el deporte nacional ,hacer cola para absolutamente todo lo humano y lo divino y antes de hacer cola tienen que hacer primero la pre-cola que da derecho a estar en la cola,, porque hay que hacer cola para el bu,s al que llaman la guagua y nunca entiendes para qué tanta cola porque al final pasas horas y la guagua nunca llega, y si al final llega está tan llena pero tan llena que se le rebalsan dos o tres cubanos por cada una de las ventanas, y eso cuando por gracia de la virgen de la Caridad del Cobre las ventanas están abiertas que es cosa bien rara porque además las ventanas casi nunca se pueden abrir, porque las guaguas son donaciones de Rusia donde hace tanto frío que a nadie se le ocurre nunca por nada del mundo que hay que fabricar ventanas que se puedan abrir los cubanos, hacen colas para el helado*1, que como todo el mundo sabe es completamente gratis si es para cubanos, de verdad que para reconocerse entre ellos no les hace falta documentos porque un cubano siempre sabe con sólo mirarlo si el parroquiano que tiene enfrente es cubano verdadero por más que lo quiera disimular, como todos los que intentan poner cara de turista para que los dejen entrar a un restaurante o por ejemplo a bañarse a la playa de varadero, que allí no pueden entrar los cubanos salvo que trabajen para alguna transnacional hotelera que es la única forma en que dejan pasar a los cubanos verdaderos , como lo son por supuesto los centenares que se pasan dos o tres horas de cola a cuarenta y tantos grados bajo ese sol que los va cocinando parejito hasta que llegan al famoso mostrador de Coppelia para lograr por fin dos bolas de helado sabor leche en polvo -también donada- más un vaso grande de agua helada que también es regalo del gobierno los cubanos no tienen acceso a internet porque eso haría que vieran cómo es el mundo de afuera. la internet está reservada a los gringos y a los funcionarios de gobierno, los cubanos tampoco tienen cable porque eso también haría que vieran cómo es el mundo de afuera pero algunos privilegiados se consiguen por lo bajo o como ellos dicen por la izquielda sus buenos platos de satélite de direct tv y en un santiamén como por arte de magia en lugar de estar viendo esos aburridísimos discursos que nadie ve o esas tele-educativas clases de carpintería metálica que nadie ve o esos documentales en blanco y negro sobre históricos sucesos de Playa Girón que nadie ve, los cubanos ven MTV Sex and the city y Oz y South PLark y Los Soprano y Don Francisco y Cristina y sobre todo se torturan viendo de cerquita esos cruelísimos comerciales de pizzas y carnes a la plancha y cuatro por cuatros y celulares y lap tops que les recuerdan eso de lo que preferían olvidarse que la vida está en cualquier otra parte menos allí.
       Los cubanos sostienen su economía -qué ironía- gracias a un ente extraño y misterioso que se llama Western Union que quién lo diría es una agencia yanqui de envío de dinero al extranjero quien creería que es justamente de gringolandia de donde llega el principal flujo de capital o mejor dicho el guaniquiqui los dolarillos que buenamente pueden mandarle los cubanos que se escaparon a los cubanos que no pudieron escapar pero no por mucho tiempo que la cifra límite son trescientos dólares por familia al mes, y por familia se entiende tú y tus descendientes hasta la quinta generación, porque si este mes recibió tu tío o tu primo lejano o la tía abuela de la sobrina de tu mujer entonces ya no puedes recibir tú y tienes que esperarte hasta el mes que viene o al siguiente al subsiguiente ...los cubanos reciben del estado ropa y zapatos que son tan feos pero tan feos que si a algún cubano se le ocurre ponérselos todos los demás cubanos se ríen mucho y la verdad no se entiende de dónde tanta risa de qué pueden estar tan alegres se ríen a gritos y aplauden cuando se ríen, pero cuando lloran que casi nunca , lloran quedito y en silencio bien bajito como cuando hablan de Cuba y tienen miedo que otros cubanos los oigan hablando así de su propio país y por eso mejor no opinan, sólo musitan, sólo hacen mímica, sólo susurran, no sea que les tiren dedo por alta traición hablan despacito y te dicen "mira mi amol tú sabes que no es fácil, no es fácil mi vida", no es fácil que esa es su elegante y discreta manera de decir sácame de aquí por lo que más quieras que ya no soporto un minuto más esta vida que eso es en realidad lo que tratan de decirte cuando te dicen "no es fácil, mulatico no es fácil".
       Los cubanos van en tropel a la Plaza de la RFevolución a escuchar a Fidel ,van los colegios, van los sindicatos ,van las madres ,van los viejos, van los barrios que cada manzana de cada barrio por más remoto que sea tiene su propio comité de defensa de la revolución y son millones de cabecitas avanzando por el medio de la carretera, porque para llegar a escuchar a Fidel -al que perfectamente podían haber escuchado en tres funciones diarias por todos los canales de televisión- tienen que comenzar a caminar desde la noche anterior porque no hay transporte posible para tanta gente y caminan doce, dieciséis horas si es menester y cuando ya están a punto de llegar ven pasar aquella majestuosa caravana de Mercedes Benz ultra blindados y hay que ver cómo se ponen de contentos y levantan al cielo sus banderitas y gritan ordene comandante y al pie de la gigantesca y sagrada imagen de José Martí , que más parece el corazón de Jesús, porque está donde quiera que voltees a mirar el comandante abre la boca y habla de odios y de guerras y dice que jamás un pueblo tuvo cosas tan sagradas que defender ni convicciones tan profundas por las cuales luchar de tal modo que Cuba prefiere desaparecer de la faz de la tierra antes que renunciar a esta obra noble y generosa por la que murieron sus mejores hijos y los cubanos aplauden y los cubanos gritan y los cubanos callan y los cubanos esperan y los cubanos sobre todo desesperan porque los cubanos saben que no deben estar soñando con la libertad todo el tiempo porque los ciegos saben que no deben estar soñando con colores todo el tiempo porque los eunucos saben que no deben estar soñando con sexo todo el tiempo porque los mudos saben que no deben estar soñando con decir cosas todo el tiempo porque los sordos saben que no deben estar soñando con música todo el tiempo porque los presos saben que no deben estar soñando todo el tiempo con la libertad y sin embargo sueñan con ella pues ya no les queda en el mundo absolutamente ninguna otra cosa con que soñar