Ella sólo quería salir a pintar la tumba de su hijo asesinado, hace unos días, y no la dejaban salir. La policía rodeó la casa de esta pobre mujer, y se escuchaban los gritos e insultos.
Hoy es el cumpleaños del asesinado, y el régimen ha abierto tres frentes de bloqueo hacia el camino que deberan seguir los asistentes al acto en el cementerio, entre ellos los hijos de ella que llegan de fuera de Banes.
Todo lo que Reina quiere es dar un caramelo a los asistentes, porque a su hijo le gustaban muchos los dulces.
Si no permiten a sus hijos llegar, ella piensa echarse a la calle, que es lo que régimen más teme. El régimen ya ha convocado hasta a niños de colegio para el acto de repudio contra ella.
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