Golpear a un cliente en la cabeza- lo acabo de ver en TV - porque había pedido una cerveza a las doce de la noche en una terraza de bar, es un delito que quedará impune.
Como quedarán impunes los tarados de hijos de puta que colocaron palillos de dientes y superglue en las cerraduras de los comercios de muchísimas ciudades españolas, para impedirles abrir. ¿ Quién pagará lo que cuesta un cerrajero? Es más: de ser cerrajeros quienes hacían esto yo lo comprendería,entraría en la lógica cruel de crear las necesidades mercantiles, por así decir.
Hoy ha salido a la calle mucho descerebrado, y lo defino, como aquel que ni va a trabajar ni permite que otros vayan creyendo que así se resuelve algo. Su perfil: estúpido comunista de salón, pro Fidelista y pro chavista.
Yo me cago en los sindicatos y en sus líderes vistiendo ropas ajadas y comiendo en restaurantes con dinero de los mongólicos e indefendidos afiliados.
Y me cago en la injusticia social de este país.
... como siempre me quedo perpleja ante tu claridad... comparto tu sentimiento...
ResponderEliminarFrancisca,se agradece que alguien deje constancia de que lee;estos dias ando muy liado ,tengo el blog abandonadito:((
ResponderEliminarSaludos.