En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Cuba, mi país, no tiene ni menos ni más mala gente que otros, pero en las dictaduras la mala gente es la poderosa. Se les localiza rápido y fácil: aparecen solitos, y se les da poder y alas. Un régimen tirano jamás se libra de los malos, sino los integra y utiliza como delatores. Cuba ha usado el método más inteligente y barato, mimando la escasez interna para que por un pollo o una lata de pintura venda el alma un cabrón, a veces hasta un buena gente necesitado, si se decepciona de todo.
Ahora mismo en el cibertiempo es noticia cierto cubano bloguero, y mierdero, por tirar de la manta como dicen en España dejando al descubierto las bajezas de otros. Al practicar tan deleitoso acto cubano se recubre Pepe Varela de una armadura de culpa ajena, como si eso le limpiase de la propia, practicando el ytumasismo como si esta tinta de calamar eyectada por su ano le permitiese fugarse por las procelosas aguas del hijoputismo ante la cacería de los traicionados. Como cualquier traidor que se renueva a sí mismo, cuenta con traicionados en ambos bandos. Y llegan a ser tantos bandos que se convierten en una masa de individuos, siempre al son que más calienta, debiendo consagrar parte de sus treinta monedas de plata en guardaespaldas personales.
No todos los malos son hombres, ahí está Zoqueta Valdés. Doña Zoqueta que le tiene aversión personal por envidia a Yoani Sánchez , por cómo escribe y no por lo que escribe, como lo demuestra el hecho de dice adorar a Claudia Cadelo, que prácticamente repite lo que dice Yoani. No porque la copie, sino porque opinan igual. La envidia es el talento mayor de un delator para ser útil al enemigo, y por eso jamás el régimen se mete con Zoé. La instrumentalizan, como lo hacen con Yoanni aprovechando su no violencia verbal. Lo que no significa que ninguna de las dos se presten a colaborar con la tiranía. Cómo no aplaudir a Zoqueta, si ensucia a toda oposición cubana interna que le robe méritos, y a todo opositor externo que le robe candelero, empezando por el blog Penúltimos Días, el más serio y productivo y su directa competencia en Europa. Ella sabe bien que no puede meterse con Claudia Cadelo porque es la niña de los ojos de C.A. Montaner, y menos con el asqueroso Varela porque la destrozaría.
No hay que preguntarse cual de los dos tipos de mala gente merecen mayor premio de los tiranos a los que sirven, de manera egoísta por su propia vanidad personal. Cada cual es útil. Pero ambos son lo que son, mala gente. Orgullosos como Japón, el menos solidario de los países ante las catástrofes de otros, renuente a recibir ayuda externa, pero cagándose en la caza de ballenas y de atunes y volcando un barco radiactivo en el mar de todos cuando le toca limpiarse.
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