Las migraciones no vienen ocurriendo apenas ahora. La lucha huyendo
de las desigualdades económicas y de la corrupción se abre camino, como
la vida según la frase de Parque Jurásico.
Para lidiar con la
avalancha de ahora caben opciones radicales: acogerlos o no. Aunque sea
difícil y engorroso, hay que hablar de las causas en vez de recurrir a
juicios de valor sobre las consecuencias empleando calificativos falsos
tan típicos de la izquierda mediática , tales como ''hipocresía'' e
''insolidaridad'' . Basta ver que ni los haitianos emigran a Cuba. Son
probres pero no tontos. No hay emigrantes ni refugiados que quieran ir a
Venezuela ni tampoco a Rusia, cuyos métodos son de izquierda por más
que se niegue.
Europa occidental ha sido y es generosa, y ha pagado
un alto precio por serlo. Necesitados y muertos de hambre y cansancio,
todavía los ves agitar el puño en alto vengativo, violento. Puedes
ayudar a millones, pero basta un testimonio - fabricado o real- de
alguien quejándose de discriminación para desatar una oleada de
atentados contra civiles. Con ésto no tiene que lidiar ninguno de los
países que son en parte reponsable del problema con su política
hamletiana de recuencia a la intervención, sobre todo, cuando se trate
de apoyar el bando que apoyen los USA.
Como dijo Armando Valladares en Oslo, su ciego odio a los USA les hace apoyar al enemigo de su enemigo, que es su amigo.
Para los USA -y ahora gracias a la propaganda de RT, también Europa
occidental- en oriente medio, el enemigo d etu enemigo sigue siendo tu
enemigo.
Para la izquierda un niño gaseado por Al Bashar no vale lo
mismo que otro, si él niega usar bombas de racimo le apoyan contra toda
evidencia, y al final el eje Putin-Venezuela- Irán son tan reponsables
-si no los verdaderos reponsables- de toda la sangre en la zona y de los
refugiados.
Ciertamente los de Al Bashar no son otra cosa que ISIS
con otro ropaje. Y en ese punto es dudoso que intervenir fuera útil. Esa
duda hamletiana actúa como fuel de los hechos inevitables de lo que
parece estar escrito, de lo que parece ser el fatum.
Lo que queda
claro es que las quince personas aporreando tu casa no aporrean todas
las casas y, planificada o instintivamente, las puertas no aporreadas
son las de aquellos que apoyan militarmente justo a los que causaron las
masacres que les llevaron a donde están... desde gobiernos elegidos
democráticamente en las urnas. Esto de que democracia es garantía de paz
es una falacia que los USA tienen que aprender a no extrapolar; lo que
funciona donde hay principios no funciona donde no los hay o son
violados sistemáticamente, por ejemplo, el Corán prohibe robar y
levantar falsos testimonios, pese a lo cual ocurre en Argelia y otros
países corruptos donde se usa el poder usa la religión traicionándola si
es necesario. Y cuanto más la traiciona, más incide en el delito
sexual, que es el instinto más básico, que es la forma más sencilla y
efectiva de mantener el sentido de culpa y al fiel atado por terror.
Decía un amigo mío que cada vez que se interviene, por ejemplo en Irak o
Libia, se destapa un avispero que estaba controlado por un dictador
puesto allí por Dios para algo. Vaya usted a saber si es verdad.
Fatum o no fatum, tenemos que lidiar con la parte humana que sangra y
tiene hambre y sed, porque cae sobre nuestra responsabilidad.
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