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Me reservo el derecho de publicar noticias ficticias -debidamente señaladas NF- cuando la realidad me aburra, alternando con mis entradas de opinión.

domingo, 20 de septiembre de 2015

De los animales en Siria de uno y otro bando y de la caridad y la responsabilidad nuestras.

Un conocido mío decía muy calmado y muy egoista ''porqué tenía él que resolver las hambrunas de África''. ''Quién podía acusarle de las estúpidas guerras ni pedirle ayuda económica'' y concluía ''que lo resuelvan los gobiernos de los países responsables''

Eso se llama esquivar el deber moral dilucidadendo culpas. Nuestra única culpa es no hacer todo lo que esté en nuestras manos. Si dos coches chocan no cabe moralmente desatender a los heridos hasta saber quién tuvo la culpa, y menos alejarse porque no estábamos conduciendo ninguno de los dos.

De modo que el deber moral humano lo tenemos por no ayudar, no por no haber sido causantes.

Y esto lo digo porque empiezo a oir voces contrarias a ayudar a los refugiados de guerra.

Dicho lo cual paso al tema que nadie quiere tocar:  si merece la pena corrrer el riego real de admitir a terroristas infiltrados por ayudar a desamparados y mi respuesta es sí. Lo que no merece la pena es andar compartiendo incidentes aislados como si fuesen causas anti-musulmanas, como ayer, que vi un niño arrestado por construir un reloj  para la escuela ya que pensaron que pudiera ser una bomba. Hasta la noticia de un arresto indebido e imbécil como ese puede ser usado como propaganda y acarrear una decapitación literal. Y esto es totalmente plausible tal como están las cosas hoy.

Asimismo, ya puesto, niego cualquier reponsabilidad de Occidente en los crímenes del ''legítimo presidente sirio'', por haber armado a los que luego pasaron a cometer los mismos errores y horrores, ya que no se les ayudó para esto sino para que no fuesen masacrados, de modo que el engaño y la hipocresía fue de ambas facciones de la misma clase de animales que se llevan por delante a civiles y desinvolucrados indefensos de todas la edades y del modo más cruel.

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