Siguió con el mandato de poner las tierras a producir, pero sin entregar las tierras ni siquiera a cooperativas ni facilitar los medios, lo cual no es sólo su deber en tanto todo lo dan ellos sino su obligación.
Y el pueblo borrego agitó banderitas diciendo ta bien, ta bien, y se fue a sus casas y no hizo na.
Si acaso alguien ve tamaño servilismo, no les inspirá compasión alguna. Por eso la actitud es : ¡que se jodan!
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