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Me reservo el derecho de publicar noticias ficticias -debidamente señaladas NF- cuando la realidad me aburra, alternando con mis entradas de opinión.

lunes, 31 de mayo de 2010

Este blog sólo nació en abril, pero ya me voy ubicando.

Me dijo una española que lee mi blog, que se saca la conclusión de que el cubano es agrupable bien entre los acusicas o bien entre los borregos, y me llegó al alma. Pero le contesté que era gracias a nuestros de gallego. A ella el dio la risa tonta, yo me callé dolido.
Y así va la cosa...No fue nada difícil empezar.
Pese a que pregunté a unos cuantos, que no se dignaron responder, unos del exilio y otros desde Cuba, cómo era el acceso a internet en la isla, es decir, si se bloqueaba Youtube como en China o Facebook, si podían tener hotmail ( puesto que nunca he visto un cubano de la isla con extensión @hotmail.com ) o utilizar messenger. Pues sí, nadie me contestó. Son sencillas preguntas, y la presunción de que yo sea imbécil o me haga, rivaliza con la de que yo sea seguroso y peligroso, rivalizan en absurdas. Dedico a ellos lo que hayan pensado de mí, con la misma devoción.
Aquí se puede comentar sin previa aprobación ni censura. Se puede afirmar que Castro y Obama son santos o demonios. Por supuesto , el hecho de una opinión sea respetable no la protege de que se rebata, ni la de nadie ni la mía .
Desde que empecé a  bucear en la pecera divisé a las pirañas, y no todas eran de Cuba, por no decir ninguna: la mayoría de depredadores depredable por mí y por quien tenga vergüenza y sentido de justicia, proceden de la orilla de los anticastristas. Hay nicks laureados equinos, alusivos a prácticas sado-maso, a satanismo, a aves típicas de nuestro país, que cometen la desvergüenza de cebarse en los blogueros anti castro de la isla, sabiendo que apenas pueden costearse y leer ni ponerse al día ni responderles. La más atacada es Yoani, y a esa sí que la ataca desde Cuba un engendro-clon que bauticé como Yohengendry. Uno de lo más atacantes es el dibujante Varela, que salió del closet político al enfurecerse por caer preso por atracar la oficina de un diario de USA con una pistola o metralleta de agua.
No sé qué ha hecho Castro con el cerebro de los cubanos, pero sé que ladran luego cabalgo.
Mi función aquí no es monetizar mi blog , por lo que ni tengo dueño ni me importa que pocos comenten o me sigan. Los que me leen me bastan, y a esos los "veo". Mi función es denunciar lo que me parece injusto, en ambos lados de la costa política.
Que me ataquen quienes lo hacen es un honor, qué vergüenza sería si me alabaran. Que no comenten indica dos cosas: aprobación o miedo, de una me siento satisfecho, de la otra los compadezco. No han transcendido el miedo del régimen.
Y de quien no me compadezco, compañero PPAC de Baracutey, es de Fidel. Yo sí que me alegraría de su muerte. Incluso desde un punto de vista cristiano, como el suyo, me alegraría. Cómo no alegrarse e ir por fin a ver a Dios. Desde la fe es obligado alegrarse de la muerte, pues no creemos  que al morir se acabó la montaña rusa. Ahora bien, cabe la posibilidad de no alegrarse de la que le caerá a Fidel  en el juicio divino, pero no llego a ser tan creyente que me importe eso ni que me mueva a pedirle clemencia al creador por él.
Usen siempre la blogosfera para trabajar derribando la tiranía, no para arrojar sombras sobre los luchadores . Y tal como dijo Valladares magníficamente en Oslo, que una cosa es odiar a los USA y otra reconocer y denunciar los abusos de todos y cada uno de los DDHH en Cuba, así digo yo que transciendan sus envidias a los luchadores de la isla que destacan, con o sin blog, y a otros blogueros de fuera, y únanse ¡cojones! contra el castrato.




Pensamiento martiano.

"El amor madre a la patria
no es el amor ridículo a la tierra
ni a la yerba que pisan nuestra plantas
Es el odio invencible a quien la oprime
es el rencor eterno a quien la ataca...."

Poema Abdala
José Martí.
 
¿Del tirano? Del tirano
Di todo, ¡ di más !; y clava
Con furia de mano esclava
Sobre su oprobio al tirano.

¿Del error? Pues del error
Di el antro, di las veredas
Oscuras: di cuanto puedas
Del tirano y del error.

José Martí

La legión del regreso. Por Agustín Tamargo.

LA LEGIÓN DEL REGRESO.
Por Agustín Tamargo

cubanitowebSalen de una isla pequeña y se han diseminado por toda la tierra grande.
Uno, es profesor en una universidad de Australia;
otro, abrió en Alaska un restaurante.
Nada los arredra, ni el frío ni el calor.
Los seduce el trópico de la Florida
pero soportan igualmente a pie firme los hielos de Boston y Nueva York.
No mendigan: trabajan.

Los que allá eran pobres, aquí son ricos.
Los que allá eran medio pelo, aquí son pelo y medio.
Ningún obstáculo sujeta su laboriosidad beligerante si la oferta es digna.
Uno es rector de la Universidad; otro, maquilla muertos.
Cambian, pero en la superficie.
En Miami, siguen jugando bolita, peleando gallos escondidos
y enviando los hijos a la escuela privada.
En Madrid, están contra José Luis Rodríguez Zapatero
y en Caracas, contra Hugo Chávez.
Siempre en la oposición.

Se les critica y se les envidia pero en el fondo se les admira.
Gallegos por el trabajo y judíos por la voluntad de sobrevivir
constituyen una legión empecinada que no se deje ignorar.

Traen la música calurosa, el ruido,
los frijoles negros y la palomilla con moros y maduros.
Pero traen sobre todo la simpatía, la cordialidad y la laboriosidad.

¿Quiénes son?
Son los cubanos del destierro,
mambiLa única población mundial trasplantada que (salvo los hebreos)
en un tercio de siglo no ha perdido su identidad.
Los que admiraban a Cuba desde lejos
como ejemplo supremo de pujanza latinoamericana,
los que veian a Cuba como un milagro étnico y cultural
donde todo parecía un relajo pero todo funcionaba bien,
ya no tienen que ir a Cuba para conocerla.
Aquí la tienen.
Esta es Cuba. Estos son los cubanos.

Exagerados, fanfarrones, ruidosos, sí.
Pero también vitales, intensos y profundamente creadores.
Qué no han hecho
en estos 46 años los cubanos del destierro para sobrevivir con dignidad?
¿Qué actividad manual o intelectual no han ensayado,
en éste o en aquel país, por complicada que pareciera,
para no quedarse detrás, para no dejarse discriminar?.

En algunas de esas actividades
han llegado tan lejos que superan a emigraciones que los precedieron
por cerca de medio siglo.
No hay hospital en Estados Unidos donde no haya hoy un médico cubano.
No hay periódico donde no haya un periodista cubano,
ni banco donde no haya un banquero cubano,
ni publicitaria donde no haya un publicitario cubano,
ni escuela donde no haya un maestro cubano,
ni universidad donde no haya un profesor cubano,
ni comercio donde no haya un manager cubano.

En las Grandes Ligas del béisbol el nombre de más color y brillo es el de un cubano.
En Madrid, el primer poeta latinoamericano es un negro cubano.
En la Coca Cola, el presidente fue un cubano.
Hasta en el Congreso de Washington
se sienta en su modestia y en su eficiencia una cubana.

En las tierras prestadas el extranjero
parece llevar siempre en la frente la marca del sitio de donde viene.
Los cubanos llevan a Cuba.
Pero la enaltecen y la honran, porque además de en la frente
la llevan en el corazón.

Pero hay algo en el desterrado cubano, a mi juicio,
superior aún a esa actividad profesional triunfante.
Y es su odio al despotismo del que huye, su amor a la tierra que dejó.

Eso lo separa y lo define.
Eso da a sus triunfos en medio del desarraigo,
una grandeza que de otro modo no tendría.

¿Por qué, preguntan algunos,
no se acaban de quedar tranquilos los exiliados cubanos?
¿Por qué no aceptan de una vez que perdieron la batalla,
que Castro les ganó,
y que con los medios de que disponen nunca podrán vencer a la tiranía?
¿Por qué no acaban de afincarse definitivamente
en estas tierras hospitalarias que los han acogido y
donde viven en lo material muchas veces mejor que como vivían allá?.

Los que preguntan no conocen a los cubanos.
El cubano sabe esto: aún teniéndolo todo,
si le falta Cuba, no tiene nada.
Sabe más todavía.
Sabe que esa prosperidad de que disfruta,
lejos de su isla hambreada y aterrada,
es en cierto modo una forma de traición.
Por eso, si se mira bien,
se verá que a veces parece que el cubano ríe,
pero en realidad está llorando.

Le nace el hijo, le crece, se le gradúa en la Universidad,
pero el cubano suspira:
¡Ah, si estuviera en Cuba!
Compra una casa, su auto, o su lancha, y sigue suspirando:
¡Ah, si los tuviera en Cuba!

De una manera misteriosa, que no puede definir,
hay un vínculo con aquello que tira de él hacia allá.
Ahora que la perdió sabe que no puede vivir sin Cuba,
y la sueña de noche, y le agiganta los valores, y la embellece y la idealiza,
y se culpa de no haberla entendido mejor,
y la recrea en sus cantos y bailes,
y la revive en sus historias, en sus costumbres y en sus comidas.

¿Por qué compran hoy los cubanos más libros cubanos que nunca?
¿Por qué tienen sus casas, sus negocios y sus oficinas,
llenas de palmas, de banderas, de escudos y de retratos de Martí?
¿Por qué escarban en la Historia?
¿Por qué redescubren a Guiteras y adquieren viejas colecciones de Bohemia?
¿Por qué se reúnen en los municipios borrando antiguos antagonismos de partido o clase?
Porque el cubano sabe que lo único auténticamente suyo es Cuba
y que a ella tiene fatalmente que regresar.

Ahora la tiranía castrista anda en sus estertores finales,
se ve claramente que el cubano se ha estado preparando siempre,
aunque no lo supiera, solo para esto: para el momento del regreso.

No hablan de otra cosa.
No les importa que les digan que todo lo que dejara la tiranía es hambre y ruina.
No les preocupa que le devuelvan la residencia o el negocio, si lo tenían.
No admiten que el rescoldo de odio que deja el comunismo acaso los quemara.
Lo único que desean es volver.

La casa donde nació está derruida,
al pueblo se lo han puesto desconocido,
la madre ha muerto.

Pero no importa.
El exiliado quiere de todos modos a esa casa,
a ese pueblo y a esa tumba.
La Patria empieza ahí.

En el exilio tropezó, erró, y se equivocó,
pero está salvado también porque
en el fondo de su ser nunca traicionó a Cuba.
Barco, avión o balsa, no lo sé.
Pero el abrazo está próximo.

A los que les molesta a veces
el llamado predominio cubano en Miami yo les digo:
Paciencia, ya falta poco.
Aquí va a haber muy pronto para ustedes
miles de puestos vacantes y de casas vacías.
¡Y qué les aproveche!

Gracias, Fidel.

Gracias Fidel

Gracias Fidel por secuestrar el sueño y las esperanzas de una nación.
Gracias por mostrarnos como el analfabeto aldeano de tu padre actuó como mercenario de una potencia colonial contra los cubanos que luchaban por la independencia de la Patria.
Gracias por las trampas, traiciones y negocios sucios mediante los cuales tu padre se hizo un poderoso terrateniente y cacique en tu Birán fundacional. Gracias porque Don Ángel explotó hasta el límite humano a “sus” trabajadores y ejercicio el derecho de pernada con cuanta mozuela empinaba sus pechitos inocentes.
Gracias porque tu progenitora en lo que hoy llamaríamos jineterismo profesional sonsacó al gastado Angel con sus traslúcidos vestiditos. Gracias por las trampas que hizo con su compinche Pino Santos cuando Doña Maria Luisa exigió el divorcio y la parte que le correspondía.
Gracias por ser un hijo bastardo con un nombre que te endilgaron en honor al otro compinche de tu padre, el haitiano aquel que traficaba esclavos para las plantaciones de tu padre, que consideraste inapropiado para tus designios alejandrinos: Fidel Hipólito; y creo que tuviste razón al menos una vez en tu vida, pues eso de Hipólito no va con la cultura nacional.
Gracias por mandarle a la edad de 14 años una carta al presidente de los Estados Unidos pidiéndole 10 dólares y mostrándole tus ambiciones geopoliticas-bisneras con eso de las minas de hierro y la II Guerra Mundial. Gracias por romperte la nariz contra un muro para demostrarnos que todo lo que saliera de tu mollera ambiciosa y ubicua se estrellaría una y otra vez contra la realidad más testaruda que tú.
Gracias por ser un pandillero en la universidad en vez de un estudiante de leyes con el dinero que le esquilmabas a tu padre resultado de la explotación a sus esclavos. 
Gracias por ser socio del comunista Alfredo Guevara y de los anticomunistas de la universidad; gracias por lo de Manolo Castro. 
Gracias por romper narices siempre y cuando estuvieras convenientemente respaldado y con suficiente publicidad positiva. 
Gracias por no poder explicar cómo lograste tu título de abogado y como no podías ni mantener a tu mujer y a tu hijo del dinero que debías ganar con el sudor de tu frente. 
Gracias por pasar tu luna de miel en Miami y vivir en Nueva York con carro de lujo a costa de tu cuñado.
Gracias por tu heroica historia de Cayo Confites. 
Gracias por las enseñanzas del Moncada. Gracias por la conspiración que envió al matadero a decenas de valiosos jóvenes que no tenían ni idea de lo que tenias planeado. 
Gracias por estar siempre a buen recaudo de cualquier bala mal intencionada o de cualquier deprimido que te incrustara un balazo de Garand entre ceja y ceja. Gracias a tus alianzas con todos y todo lo que te pudiera reportar algún beneficio presente o futuro. 
Gracias porque de esas alianzas salió un Flavio Bravo que manda a un Sarria a rescatarte en el lomerío mientras dormías. 
Gracias por las vacaciones en la Isla de Pinos ,donde pudiste escribir lo que se te ocurrió sobre tu intervención en el juicio por los sucesos del Moncada. Al menos hoy podemos constatar que 55 años después tenemos más argumentos para asaltar Punto Cero y enviarte a la Corte Internacional de la Haya por crímenes de lesa humanidad.
Gracias por aceptar cualquier dinero no importa cual fuera el bolsillo que se abriera. Gracias también por el Granma y gracias por demostrarnos que un fracasado pretendiente a político ambicioso y despótico no tiene lugar en un sistema democrático por lo cual solo tiene el camino de la guerra. Gracias porque la guerra es un medio para satisfacer tu ambición de protagonismo único y absoluto.
Gracias por realizar una conspiración en un país extranjero para invadir por la fuerza de las armas otro país. 
Gracias por la valentía y arrojo mostrado en el Granma y tus correrías por la sierra. 
Gracias por la sabia precaución de tener un refugio a cada paso que dabas mientras la tropa a pecho descubierto disparaba sus fusiles contra los aviones. Gracias por mandar a Camilo y al Che para Occidente para quitarte presión de arriba. 
Gracias por ensayar con Raúl en II Frente lo que ibas a hacer con Cuba después. Gracias por multiplicar tu tropa como los panes y los peces delante del al menos ingenuo Herbet Mathews. 
Gracias por Frank País, por Ramos Latour, por Humbolt 7. Gracias por la Huelga del 9 de Abril; por Fontán. 
Gracias por eliminar al Directorio, a los demócratas, anti demócratas y nacionalistas. 
Gracias por subordinar al disciplinado ejército del PSP. Gracias por eliminarlos a todos.
Gracias por comprar al Ejército de Batista. 
Gracias por decir esto y hacer aquello en las negociaciones de fin de las escaramuzas. 
Gracias por llegar a La Habana 8 días después de la huida de Batista.
Gracias por la paloma blanca y por el “Vamos bien, Camilo?”. 
Gracias por Camilo, por los pilotos, por las galeras de la Cabaña, El Príncipe y el Presidio Modelo. 
Gracias por los paredones, gracias por el Escambray y Sandino. 
Gracias por el G2, la Umap y los CDR.
También por la milicias y el Servicio Militar Obligatorio, gracias Fidel. Gracias por los Tribunales Revolucionarios y el Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados. Gracias por los miles de fusilados, decenas de miles de condenados a 20, 25 y 30 años.
Gracias por las becas, por las escuelas al campo y en el campo. 
Gracias por la destrucción de la familia cubana en tanto célula de la nación. Gracias por introducir la denuncia, el odio ideológico y la ruptura en la familia; gracias por separar a padres y madres de sus hijos, enfrentar a hermanos, a amigos. 
Gracias por la destrucción de los más auténticos valores de la cultura nacional y sus máximos representantes. 
Gracias por el destierro y exilio obligado de millones de personas comunes.
Gracias por tu lucha contra la burocracia, los contadores y los controles económicos. 
Gracias por la columna mecanizada “Ernesto Che Guevara”, el Cordón de la Habana, Ubre Blanca, la central electronuclear de Juragua, la Ciénaga de Zapata y la voluntad hidráulica. 
Gracias por los salideros, por las pipas de agua, por el vertimiento en las calles, ríos y subsuelos de aguas albañales y contaminantes industriales. 
Gracias por la claria y la soya, el cerelax y el picadillo texturizado. 
Gracias por la Libreta de Abastecimientos, el carnet de identidad y la tarjeta blanca. 
Gracias por los tres juguetes al año y muchas más gracias por eliminarlos junto con el Día de Reyes. Gracias por los pioneros, la FEEM, la FEU, la CTC y sus sindicatos; gracias por la UJC y el PCC, gracias igualmente por los planes de preparación para el ingreso y la universidad para los revolucionarios.
Gracias por la sovietización de Cuba, por el cálculo económico, la Junta Central de Planificación, la carne rusa y Lorek y Bolek. Gracias por el vodka, el ruso como lengua obligatoria en muchas carreras universitarias y por la peste a oso siberiano de los sobacos peludos de las bolas (rusas).
Gracias por la Crisis de Octubre, la base de San Julián y la base de Lourdes. Gracias por no pagarles un rublo a los bolos y destinar a causas más dignas de tus ambiciones de Alejandro Tropical los billones de rublos que te dieron durante 30 años.
Gracias por Siria, Argelia, el Congo, Mozambique, Angola, Namibia, Chile, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, El Salvador y tantos otros como pudiste. Por las madres, esposas e hijos llorando el cubano caído defendiendo tus ideales en tierras extrañas. 
Gracias por todos aquellos miles de guerrilleros y/o agitadores que entrenaste como perfectas maquinas de matar para reproducir tus ambiciones imperiales bajo la filosofía que el odio al enemigo es un factor en la lucha. 
Gracias por los 1, 2, 3 muchos Viet Nam , que luego de ensangrentar al mundo pobre concluyeron en estrepitosos fracasos y siempre hay un perspicaz que te acusa de colaborar con el imperio en ello a costa de tu protección; y gracias por convertir al neurótico fracasado de Ernesto Guevara en ídolo de esperanzas.
Gracias por las Causas 1 y 2; gracias por un Ochoa y un Tony de la Guardia. Gracias por un Abrahantes que luego de 30 años cuidando personalmente tu pellejo lo encerraste por 20 años y para que no sufriera un trauma le obsequiaste un infarto.
Gracias por Elián, por la Batalla de Ideas y por la Revolución Energética. 
Gracias por la conjuntivitis hemorrágica y el dengue. 
Gracias por los apagones. 
Gracias por descapitalizar la planta industrial del país y extinguir la industria y cultura azucarera junto con la malanga, la calabaza y las vacas. 
Gracias por la aridez y salinidad de los suelos, por la pangola y el gandul y por Rosafe Signet y los F-1, F-2, Taino y tantas y tantas nuevas especies que resolverán el problema alimentario mundial.
Gracias por la pasta de Oca y el chícharo con café. 
Gracias por suprimir esos malos hábitos alimentarios de desayunar café con leche y pan con mantequilla.
Gracias por los camellos y Alamar, San Agustín, Alberro, Abel Santamaría; pero también por Cocosolo, la Timba, la Corea, Palo Cagao, el Fanguito y cuanto barrio marginal hay intra y extramuros de la ciudad.
Gracias por las Reformas Agrarias que convirtieron a los campesinos en sub-asalariados; razón principal de la desaparición de tanto mango, guayaba, calabaza, boniato, quimbombó, maíz, carne, leche, queso, café y todo aquello que el cubano considera como parte de su cultura culinaria.
Gracias por el hombre nuevo, tu máxima creación luego de más de 60 años de luchas y desvelos por tu pueblo y al primer chance se monta en cualquier objeto flotante o volador que lo conduzca a por lo menos 90 millas de Punto Cero. Gracias por los miles de muertos y desaparecidos; por los sucesos de Rio Canimar y el remolcador 13 de Marzo. Por el dolor de Taismarys Aguero a la que no le permiten ir a ver por última vez a su madre agonizante. 
Gracias por el sufrimiento eterno de una madre en una orilla y un hijo en la otra. Gracias por el desencuentro desgarrador y sin esperanzas. 
Gracias Fidel.
Gracias por la Primavera Negra, por Biscet, por las Damas de Blanco; pero también por Hubert Matos, Chanes de Armas y tantos otros miles que fueron maltratados, ultrajados, condenados a largas y penosas condenas en condiciones infrahumanas en las celdas de Villa Marista, el Pitirre, el Combinado del Este, Kilo 8 y otras cientos más. 
Gracias por extender tus prisiones más allá de las fronteras nacionales que atrapan en la maraña de tu chantaje a todos los que pudieron escapar de la isla cárcel.
Gracias por la libertad de expresión. 
Gracias por el Granma, por Juventud Rebelde, Trabajadores. 
Gracias por Cubavisión y Telerebelde. Gracias por la UPEC y la UNEAC; gracias por el realismo socialista y el absurdo estético. Gracias por ser el Bloguero en Jefe.
Gracias por declarar a Birán Monumento Nacional para que jamás olvidemos donde se incubaron estos delirios de emperador tropical vitalicio, fruto de un gallego ladrón y mercenario y una precoz oportunista jinetera. 
Gracias por irte pudriendo lentamente en una cama, bien lejos de tus escenarios grandiosos.
Gracias Fidel por todo lo que nos has dado. Gracias por todas tus enseñanzas y lecciones que jamás la Nación Cubana y el mundo olvidarán. No es posible recopilarlas todas por el momento, será tareas de varias generaciones de estudiosos de tu vida y tu obra; pero valdrá la pena, porque será el monumento para que la civilización moderna comprenda y particularmente los pobres de este mundo, que no se debe de hacer.
Gracias Fidel por hacernos comprender que no puede haber odio ni venganza en nuestros pechos, pero habrá memoria histórica y justicia. 
Gracias a tus enseñanzas, Cuba y la Nación Cubana encontraran definitivamente el camino de la democracia, la esperanza, la libertad, la reconciliación y la alegría de vivir.
Por todo eso Fidel, ¡Gracias!

El imperialismo cubano, el verdadero imperialismo.

Silvio en el Carnegie Hall


La noticia llegó volando en su periódico La Jornada al amplísimo estudio de Gamés. Después de 30 años de ausencia, el cantautor cubano Silvio Rodríguez regresará a Estados Unidos. Ofrecerá al menos un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York. Los boletos están agotados y no es para menos. Gil se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y caviló: no puede sino ser una buena noticia que un cantante famoso, opositor de hecho y de conciencia del sistema estadounidense, cante en un teatro emblemático de esa cultura.
Lástima que al revés sea imposible, que un gran cantante americano, opositor de hecho y de conciencia del régimen cubano, se plante a cantar en el escenario del gran teatro García Lorca su música y sus letras, críticas si se quiere, de la historia cubana. Gamés caminó sobre la duela de cedro blanco y farfulló: en el primer caso se trata desde luego de una obligación histórica, el imperialismo yanqui debe permitir un concierto de Silvio Rodríguez en Nueva York; en el segundo, van ustedes a perdonar, pero no permitiremos que agentes pro imperialistas contaminen la vida de la isla. Resultado: Silvio canta en el Carnegie Hall y nadie que critique al gobierno cubano cantará en el García Lorca de La Habana.

En entrevista con Rosa María Elizalde para su periódico La Jornada, la periodista le ha preguntado a Silvio: “por qué la bendita manía de cantar y no de escribir, que tan bien se le da”. Antes de oír la respuesta, Gilga quiere meter su cuchara. Bueno, bueno, no exageremos, algunas canciones de Rodríguez ya marcaron una época, pero no vayamos a empezar con la cantaleta de que es un gran poeta (eta-eta). El cantautor respondió bien: “eso me recuerda algunos comentarios afectuosos que han salido en mi blog. Y también que de vez en cuando aparece un visitante que se queja de que me mimen. La verdad es que el mundo suele malcriar al que quiere. Y arrancarle el pellejo al que no”. Gil no tiene la menor duda de que Silvio ha dado en el clavo (la máquina de Gilga escribe calvo) o en el calvo, da lo mismo. El régimen cubano ha malcriado a Silvio, en el camino de los mimos, el cantante se hizo dueño de los sofisticados estudios de grabación Abdalá; de la mitad de la empresa cubana Cimex, dedicada a la venta de productos para extranjeros en Cuba; de una casa grande en el reparto (colonia) de Siboney (donde vivían los ricos antes de la Revolución); de una casa en el Laguito, otro reparto de La Habana, y algunas otras cositas. En cambio, al Grupo de los 75, encerrado en prisión en el año 2002, acusado de colaborar con el enemigo (ese mismo que le permite a Silvio cantar en uno de sus grandes teatros), le han arrancado el pellejo. Así es el mundo al que se refiere Rodríguez.

Con paso cansino, Gamés atravesó el amplísimo estudio con las manos entrelazadas en la espalda. No nos retiremos, una última tableta revolucionaria de Silvio: “México me duele en varias direcciones. México es crisol de culturas, pueblo talentoso, trabajador, que hizo una revolución verdadera, que el egoísmo y la codicia falsificaron. Es un país maravilloso que merece mejor suerte”. Ah, chispiajos, donde las dan las toman (sin albur). Gil se va a saltar el anuncio de la Secretaria de Turismo, crisol de culturas, pueblo talentoso y trabajador, para ir directo a esa revolución verdadera, que el egoísmo y la codicia falsificaron. Que le den a Gamés una escafandra: Ojaláa por lo meeenos que se mueeerda la leeengua.

Los autodenominados defensores de los animales se enojaron con Gamés por su artículo “Serán los calorones”. Estos panes de Dios que protegen a los animalitos escriben como furiosos activistas al servicio de la causa. En fin. Pancho Villa después del tiroteo: “no me deje terminar así. Escriba usted que he dicho algo”.

Gil s’en va

gil.games@razon.com.mx