Gracias Fidel
Gracias Fidel por secuestrar el sueño y las esperanzas de una nación.
Gracias por mostrarnos como el analfabeto aldeano de tu padre actuó como mercenario de una potencia colonial contra los cubanos que luchaban por la independencia de la Patria. Gracias por las trampas, traiciones y negocios sucios mediante los cuales tu padre se hizo un poderoso terrateniente y cacique en tu Birán fundacional. Gracias porque Don Ángel explotó hasta el límite humano a “sus” trabajadores y ejercicio el derecho de pernada con cuanta mozuela empinaba sus pechitos inocentes.
Gracias porque tu progenitora en lo que hoy llamaríamos jineterismo profesional sonsacó al gastado Angel con sus traslúcidos vestiditos. Gracias por las trampas que hizo con su compinche Pino Santos cuando Doña Maria Luisa exigió el divorcio y la parte que le correspondía.
Gracias por ser un hijo bastardo con un nombre que te endilgaron en honor al otro compinche de tu padre, el haitiano aquel que traficaba esclavos para las plantaciones de tu padre, que consideraste inapropiado para tus designios alejandrinos: Fidel Hipólito; y creo que tuviste razón al menos una vez en tu vida, pues eso de Hipólito no va con la cultura nacional.
Gracias por mandarle a la edad de 14 años una carta al presidente de los Estados Unidos pidiéndole 10 dólares y mostrándole tus ambiciones geopoliticas-bisneras con eso de las minas de hierro y la II Guerra Mundial. Gracias por romperte la nariz contra un muro para demostrarnos que todo lo que saliera de tu mollera ambiciosa y ubicua se estrellaría una y otra vez contra la realidad más testaruda que tú.
Gracias por ser un pandillero en la universidad en vez de un estudiante de leyes con el dinero que le esquilmabas a tu padre resultado de la explotación a sus esclavos.
Gracias por ser socio del comunista Alfredo Guevara y de los anticomunistas de la universidad; gracias por lo de Manolo Castro.
Gracias por romper narices siempre y cuando estuvieras convenientemente respaldado y con suficiente publicidad positiva.
Gracias por no poder explicar cómo lograste tu título de abogado y como no podías ni mantener a tu mujer y a tu hijo del dinero que debías ganar con el sudor de tu frente.
Gracias por pasar tu luna de miel en Miami y vivir en Nueva York con carro de lujo a costa de tu cuñado.
Gracias por tu heroica historia de Cayo Confites.
Gracias por las enseñanzas del Moncada. Gracias por la conspiración que envió al matadero a decenas de valiosos jóvenes que no tenían ni idea de lo que tenias planeado.
Gracias por estar siempre a buen recaudo de cualquier bala mal intencionada o de cualquier deprimido que te incrustara un balazo de Garand entre ceja y ceja. Gracias a tus alianzas con todos y todo lo que te pudiera reportar algún beneficio presente o futuro.
Gracias porque de esas alianzas salió un Flavio Bravo que manda a un Sarria a rescatarte en el lomerío mientras dormías.
Gracias por las vacaciones en la Isla de Pinos ,donde pudiste escribir lo que se te ocurrió sobre tu intervención en el juicio por los sucesos del Moncada. Al menos hoy podemos constatar que 55 años después tenemos más argumentos para asaltar Punto Cero y enviarte a la Corte Internacional de la Haya por crímenes de lesa humanidad.
Gracias por aceptar cualquier dinero no importa cual fuera el bolsillo que se abriera. Gracias también por el Granma y gracias por demostrarnos que un fracasado pretendiente a político ambicioso y despótico no tiene lugar en un sistema democrático por lo cual solo tiene el camino de la guerra. Gracias porque la guerra es un medio para satisfacer tu ambición de protagonismo único y absoluto.
Gracias por realizar una conspiración en un país extranjero para invadir por la fuerza de las armas otro país.
Gracias por la valentía y arrojo mostrado en el Granma y tus correrías por la sierra.
Gracias por la sabia precaución de tener un refugio a cada paso que dabas mientras la tropa a pecho descubierto disparaba sus fusiles contra los aviones. Gracias por mandar a Camilo y al Che para Occidente para quitarte presión de arriba.
Gracias por ensayar con Raúl en II Frente lo que ibas a hacer con Cuba después. Gracias por multiplicar tu tropa como los panes y los peces delante del al menos ingenuo Herbet Mathews.
Gracias por Frank País, por Ramos Latour, por Humbolt 7. Gracias por la Huelga del 9 de Abril; por Fontán.
Gracias por eliminar al Directorio, a los demócratas, anti demócratas y nacionalistas.
Gracias por subordinar al disciplinado ejército del PSP. Gracias por eliminarlos a todos.
Gracias por comprar al Ejército de Batista.
Gracias por decir esto y hacer aquello en las negociaciones de fin de las escaramuzas.
Gracias por llegar a La Habana 8 días después de la huida de Batista.
Gracias por la paloma blanca y por el “Vamos bien, Camilo?”.
Gracias por Camilo, por los pilotos, por las galeras de la Cabaña, El Príncipe y el Presidio Modelo.
Gracias por los paredones, gracias por el Escambray y Sandino.
Gracias por el G2, la Umap y los CDR.
También por la milicias y el Servicio Militar Obligatorio, gracias Fidel. Gracias por los Tribunales Revolucionarios y el Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados. Gracias por los miles de fusilados, decenas de miles de condenados a 20, 25 y 30 años.
Gracias por las becas, por las escuelas al campo y en el campo.
Gracias por la destrucción de la familia cubana en tanto célula de la nación. Gracias por introducir la denuncia, el odio ideológico y la ruptura en la familia; gracias por separar a padres y madres de sus hijos, enfrentar a hermanos, a amigos.
Gracias por la destrucción de los más auténticos valores de la cultura nacional y sus máximos representantes.
Gracias por el destierro y exilio obligado de millones de personas comunes.
Gracias por tu lucha contra la burocracia, los contadores y los controles económicos.
Gracias por la columna mecanizada “Ernesto Che Guevara”, el Cordón de la Habana, Ubre Blanca, la central electronuclear de Juragua, la Ciénaga de Zapata y la voluntad hidráulica.
Gracias por los salideros, por las pipas de agua, por el vertimiento en las calles, ríos y subsuelos de aguas albañales y contaminantes industriales.
Gracias por la claria y la soya, el cerelax y el picadillo texturizado.
Gracias por la Libreta de Abastecimientos, el carnet de identidad y la tarjeta blanca.
Gracias por los tres juguetes al año y muchas más gracias por eliminarlos junto con el Día de Reyes. Gracias por los pioneros, la FEEM, la FEU, la CTC y sus sindicatos; gracias por la UJC y el PCC, gracias igualmente por los planes de preparación para el ingreso y la universidad para los revolucionarios.
Gracias por la sovietización de Cuba, por el cálculo económico, la Junta Central de Planificación, la carne rusa y Lorek y Bolek. Gracias por el vodka, el ruso como lengua obligatoria en muchas carreras universitarias y por la peste a oso siberiano de los sobacos peludos de las bolas (rusas).
Gracias por la Crisis de Octubre, la base de San Julián y la base de Lourdes. Gracias por no pagarles un rublo a los bolos y destinar a causas más dignas de tus ambiciones de Alejandro Tropical los billones de rublos que te dieron durante 30 años.
Gracias por Siria, Argelia, el Congo, Mozambique, Angola, Namibia, Chile, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, El Salvador y tantos otros como pudiste. Por las madres, esposas e hijos llorando el cubano caído defendiendo tus ideales en tierras extrañas.
Gracias por todos aquellos miles de guerrilleros y/o agitadores que entrenaste como perfectas maquinas de matar para reproducir tus ambiciones imperiales bajo la filosofía que el odio al enemigo es un factor en la lucha.
Gracias por los 1, 2, 3 muchos Viet Nam , que luego de ensangrentar al mundo pobre concluyeron en estrepitosos fracasos y siempre hay un perspicaz que te acusa de colaborar con el imperio en ello a costa de tu protección; y gracias por convertir al neurótico fracasado de Ernesto Guevara en ídolo de esperanzas.
Gracias por las Causas 1 y 2; gracias por un Ochoa y un Tony de la Guardia. Gracias por un Abrahantes que luego de 30 años cuidando personalmente tu pellejo lo encerraste por 20 años y para que no sufriera un trauma le obsequiaste un infarto.
Gracias por Elián, por la Batalla de Ideas y por la Revolución Energética.
Gracias por la conjuntivitis hemorrágica y el dengue.
Gracias por los apagones.
Gracias por descapitalizar la planta industrial del país y extinguir la industria y cultura azucarera junto con la malanga, la calabaza y las vacas.
Gracias por la aridez y salinidad de los suelos, por la pangola y el gandul y por Rosafe Signet y los F-1, F-2, Taino y tantas y tantas nuevas especies que resolverán el problema alimentario mundial.
Gracias por la pasta de Oca y el chícharo con café.
Gracias por suprimir esos malos hábitos alimentarios de desayunar café con leche y pan con mantequilla.
Gracias por los camellos y Alamar, San Agustín, Alberro, Abel Santamaría; pero también por Cocosolo, la Timba, la Corea, Palo Cagao, el Fanguito y cuanto barrio marginal hay intra y extramuros de la ciudad.
Gracias por las Reformas Agrarias que convirtieron a los campesinos en sub-asalariados; razón principal de la desaparición de tanto mango, guayaba, calabaza, boniato, quimbombó, maíz, carne, leche, queso, café y todo aquello que el cubano considera como parte de su cultura culinaria.
Gracias por el hombre nuevo, tu máxima creación luego de más de 60 años de luchas y desvelos por tu pueblo y al primer chance se monta en cualquier objeto flotante o volador que lo conduzca a por lo menos 90 millas de Punto Cero. Gracias por los miles de muertos y desaparecidos; por los sucesos de Rio Canimar y el remolcador 13 de Marzo. Por el dolor de Taismarys Aguero a la que no le permiten ir a ver por última vez a su madre agonizante.
Gracias por el sufrimiento eterno de una madre en una orilla y un hijo en la otra. Gracias por el desencuentro desgarrador y sin esperanzas.
Gracias Fidel.
Gracias por la Primavera Negra, por Biscet, por las Damas de Blanco; pero también por Hubert Matos, Chanes de Armas y tantos otros miles que fueron maltratados, ultrajados, condenados a largas y penosas condenas en condiciones infrahumanas en las celdas de Villa Marista, el Pitirre, el Combinado del Este, Kilo 8 y otras cientos más.
Gracias por extender tus prisiones más allá de las fronteras nacionales que atrapan en la maraña de tu chantaje a todos los que pudieron escapar de la isla cárcel.
Gracias por la libertad de expresión.
Gracias por el Granma, por Juventud Rebelde, Trabajadores.
Gracias por Cubavisión y Telerebelde. Gracias por la UPEC y la UNEAC; gracias por el realismo socialista y el absurdo estético. Gracias por ser el Bloguero en Jefe.
Gracias por declarar a Birán Monumento Nacional para que jamás olvidemos donde se incubaron estos delirios de emperador tropical vitalicio, fruto de un gallego ladrón y mercenario y una precoz oportunista jinetera.
Gracias por irte pudriendo lentamente en una cama, bien lejos de tus escenarios grandiosos.
Gracias Fidel por todo lo que nos has dado. Gracias por todas tus enseñanzas y lecciones que jamás la Nación Cubana y el mundo olvidarán. No es posible recopilarlas todas por el momento, será tareas de varias generaciones de estudiosos de tu vida y tu obra; pero valdrá la pena, porque será el monumento para que la civilización moderna comprenda y particularmente los pobres de este mundo, que no se debe de hacer.
Gracias Fidel por hacernos comprender que no puede haber odio ni venganza en nuestros pechos, pero habrá memoria histórica y justicia.
Gracias a tus enseñanzas, Cuba y la Nación Cubana encontraran definitivamente el camino de la democracia, la esperanza, la libertad, la reconciliación y la alegría de vivir.
Por todo eso Fidel, ¡Gracias!