La
pérdida de las últimas colonias, Cuba y Filipinas tuvo consecuencias en paisaje
político y cultural español, Disfrazados de recetas contra la decadencia
española y el Ser de España surgen el Regeneracionismo y los nacionalismos
catalán y vasco. Perdiendo ''pelas'' debido a las aduanas con telarañas
aparecen los nacionalistas alegando verse atrapados en una España débil,
atrasada y decadente. Dice Joan-Lluis Marfany que «el racismo anti-español los impregnaba a
TODOS».
El
primer racista catalán fue Valentín Almirall, autor de ‘’Los Ministres
catalans’’ (sic,no els). En 1887, un año más tarde, arrecia Gener el racismo y
escribe ’’Heregías’’ (sic):
Hasta
ahí es racismo cultural. Pero en 1887 se empieza ya con la genética.
Por
no llamarla racismo catalán, la hacen llamar racialismo catalán
Gener
publicó Heregias (sic) : ‘’La raza catalana es superior frente a la castellana
«falta de oxígeno y de presión atmosférica (sic); la mala alimentación»
sufriendo de «influencias semíticas y pre-semíticas («los andaluces»), y
características genéticas bereberes y semíticas degenerando en cualidades como
«morosidad», el «desprecio del tiempo», la «mala administración» o el
«caciquismo».
En
1899 llega la craneometría diferencial de la zarpa de Bartomeu Robert, que se hacía llamar «Doctor
Robert». Este primer Puigdemont médico y político catalanista de Barcelona
impartió una conferencia en el Ateneo de Barcelona el 14 de marzo 1899 con el
título «La raza catalana», que no se atrevió a seguir «debido a lo avanzado de la hora» y que nunca
retomó «para no dar lugar a malas interpretaciones por parte de la prensa
madrileña».
Pero
también hubo catalanes inteligentes, hoy odiados, como el catalán Francisco
Jaume, autor de El separatismo en Cataluña, donde declara ya en 1907:
Los separatistas catalanes han empezado por
ejercer de verdaderos demagogos, adulando la vanidad de los catalanes. No han
cesado de insistir en la pretendida inferioridad de los castellanos. Que
formamos dos razas distintas y aun opuestas: entre las cuales ellos, los
castellanos, eran los inferiores y nosotros los catalanes, los superiores. Que
por efecto de esta inferioridad era inútil esperar que los castellanos pudiesen
seguir nunca el impulso que nosotros , los catalanes,
hemos dado al progreso de nuestra patria común; y que en consecuencia nosotros
teníamos que perder siempre, habíamos de ser necesariamente las víctimas en
este consorcio de ambos pueblos, y por ende que la separación pura y simple era
lo que procedía. Que nada les debíamos, que nunca los castellanos han hecho por
nosotros, los catalanes, más que explotarnos’’.
Es
decir, no es algo moderno que los catalanes
sean antisemíticos y anti-norteafricanos, por más que el karma les haya
hecho recurrir a promover la invasión de negros y morisca que antes
despreciaban para frenar la gloria del idioma español frente al fracasado
afrancesado y 'frankensteinesco' idioma catalán. Los burócratas y cobardes que
jamás exploraron otros mundos ni arriesgaron sus vidas para traer bienes de
ultramar, que se dedicaron a vivir de las aduanas parasitando a España, acusan
a España de parasitarlos a ellos. Hasta llegar a hoy, donde nos cuesta mantener
su Televisión fascista TV3 treinta veces más que la Casa Real.
Menuda mierda...GILIPOLLAS
ResponderEliminarFea tu mierda
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