El presidente español Sánchez, al que nadie eligió, gobierna a base de decretazos fascistas y juega con el dinero de todos.
La idea de acabar con un problema ayudando económicamente en la fuente no funciona. Ahora es África. Pero los gobernantes de los países pobres y problemáticos han encontrado una forma de saquear a los contribuyentes de los países ricos. Os doy un ejemplo. Centro y Sudamérica en los 70 y 80. Los gobernantes crearon un problema con el que ir a Washington a pedir socorro, fomentar las guerrillas comunistas. A veces tenían que tragarse presencia militar, pero por lo general esgrimían lo de Yakee Go Home, frase que convenía a ambas partes, incluídos a los EUA porque la CIA, siempre acoquinada por la prensa de izquierda, se libraba un tiempo de las críticas y funcionaban mejor sus operaciones encubiertas.
La idea de acabar con un problema ayudando económicamente en la fuente no funciona. Ahora es África. Pero los gobernantes de los países pobres y problemáticos han encontrado una forma de saquear a los contribuyentes de los países ricos. Os doy un ejemplo. Centro y Sudamérica en los 70 y 80. Los gobernantes crearon un problema con el que ir a Washington a pedir socorro, fomentar las guerrillas comunistas. A veces tenían que tragarse presencia militar, pero por lo general esgrimían lo de Yakee Go Home, frase que convenía a ambas partes, incluídos a los EUA porque la CIA, siempre acoquinada por la prensa de izquierda, se libraba un tiempo de las críticas y funcionaban mejor sus operaciones encubiertas.
Millones y millones de dólares se destinaban a luchar contra
la gallina de los huevos de oro, que por supuesto malversaban los gobernantes
de las repúblicas bananeras. Así mismo ocurría en la Cuba pre-Castro cuando las
multinacionales daban dinero para crear escuelas rurales a cambio de permisos
para comprar terrenos para centrales azucareras y otras consechas. No hay
moraleja, solamente hechos. No me compete desentrañar los enredijos de todos
los que se ''invo-lucran'' con esto pero les garantizo que siempre es la izmierda
vaga y parásita, que también ha hallado su medio de vivir de los contribuyentes
y ayuda a no matar a la gallina de los huevos de oro.
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