Dicotomía inducida

Dicotomía inducida, un concepto a desarrollar.
       Es algo que acabo de imaginar. Se trata de desdoblarse en su yo eterno y racional controlando su yo emocional y perecedero. Imagínese que está visitando un cuerpo, el suyo, desde el futuro. Usted fuma y no logra dejarlo. Ese yo futuro está viendo en tiempo real cómo usted falla en su intento. Pero ambos yos están unidos de tal modo que la razón no puede someter la irracionalidad.
     A usted le sería fácil clavar jeringuillas en otro, no sentirá el mismo dolor ni le detendrán los mismos escrúpulos. Si usted consigue verse desde fuera como otro controlando un enfermo incapaz, será divertido al mismo tiempo que eficaz e indoloro. Incluso puede tomarse el padecimiento de dejar de fumar como algo ajeno y pasajero.
    Esta dicotomía de la personalidad debe y puede ser inducida ya que no siempre ocurre de modo espontáneo. Hipnosis inducida externa o autoinducida: meditación, ejercicios de desdoblamiento pueden ser diseñados para lograr que usted sea tutor de sí mismo.
    Y funciona. Si consigo mantenerme bajo la tutela de mi yo racional, no fumo en todo ese tiempo, me veo como a alguien a quien hay que quitarle el cigarrillo de la mano con cariño (no le paso películas al muerto de su padecimiento previo, no funciona) y siento satisfacción de que mi trabajo está siendo efectivo. Si no consigo desdoblarme lejos de mi tutor, entonces me duelen los puñales de ansiedad que me clavo y dejo de clavármelos y juntos nos lamentamos y juntos tramamos vías de escape para que nada cambie.
    Las personas que logran esto, consiguen corregirse, por ejemplo los llamados santos ; no creo que vean su control como tortura o penitencia impuestos por un ser supremo aguafiestas, aburrido y entrometido. La literatura ha corrompido la imposición de la prevalencia de la sabiduria con cilicios y flagelaciones. Y hablo de la sabiduría como eso que los jóvenes rechazan : el compendio de los efectos secundarios a largo plazo recogido por los viejos y sabios.
  Elaborando un poco: los efectos corto plazo se aprenden rápido, una pantalla de móvil quebrada, un tiro de pistola que siega una vida no se olvidan jamás. Pero los efectos de beber alcohol, del despilfarro de dinero o del albergar resentimiento son a largo plazo, y sólo los conocemos a través de las historias aburridas de los viejos y los libros religiosos; en vano se esfuerzan los padres en inculcar esas ideas a sus hijos, sólo el propio comportamiento del maestro es enseñado de modo automático y efectivo, y de ahí la insistencia en predicar con el ejemplo y el tedioso concepto de reflexión y examen de conciencia, que une el concepto “comportamiento” con el adjetivo “correcto”.
    Si yo tuviera más paciencia, elaboraría más estas ideas. Y si fuera norteamericano o tuviera más cara dura, escribiría un libro de autoayuda. Por el momento, solo estoy seguro de una cosa : el concepto de dicotomía inducida sería un aspecto a considerar en la psicología del futuro.
   Del futuro nos visitan gentes que dan ideas como esta que tuve, y no la tuve por ser más inteligente; si no quieren decir del futuro, recurran a la idea griega de inspiración de las musas.