¿Quién comisiona a un disidente para denunciar el régimen de su país en las tribunas internacionales? En teoría todos estamos capacitados a nivel individual, pero es necesaria la notoriedad. Ser alguien. Por desgracia, mi testimonio no vale lo mismo que lo que diga Montaner ; no es lo mismo que un chamán o que Fidel Castro digan que mañana empieza la guerra contra Irán.
Nosotros como exilio no tenemos una voz común, ni en Miami ni en Europa, ¡ni con el mar por medio! Pensándolo bien no es culpa del régimen que estemos divididos, es nuestra naturaleza, por no poner el derrocamiento como prioridad, ni siquiera el respeto a los derechos humanos dentro de lo que ya hay. Incluso nos enfrentaríamos por considerar lo último, no importa cómo se alcanzasen los mismos objetivos.
Entonces, al no haber una unión , los individuos con notoriedad son responsables de denunciar. Yo creo que sería el mejor papel a desempeñar por gente como Zoé Valdés, a la que nunca veo junto a Valladares o a Montaner cuando algún país o grupo de países se dignan a denunciar. No basta con enviar firmas que nadie mira. No basta con entrevistas en los medios locales; son insuficientes ya que tienen lugar de tarde en tarde, cuando a algún periodista se le ocurre llenar un hueco informativo, con ocasión de algún evento concerniente al entrevistado o algún drama en Cuba-hablo de la disidencia, obvio. Pero no podemos esperar a que Cuba dé más dramas. Cuba no puede darnos más dramas para vender noticia o libros, como tampoco nos puede ni autorizar a representarla ni negarnos la representación. No somos comisionados por nadie, por eso mismo tenemos una reponsabilidad enorme
Tenemos que ver el modo de provocar a los medios de la izquierda, cómo tomar la iniciativa , precipitar la situación sin esperar a Godot, que nunca viene, con el mismo empeño que ponemos en provocarnos entre nosotros. Es la única manera de contrarrestar a los Moratinos. Ojo: no estoy hablando de hacer de interlocutores con la disidencia interna, porque cada vez es menos factible por lo variopinta, basta ver las descalificaciones a Yoani Sánchez y a la gesta HEROICA de Coco Fariñas, o las lluvias ácidas vertidas sobre la carta de los 74. Estoy hablando de servir la información de Cuba de la que disponemos, pero no en los blogs, que nadie lee. Dicho ramplán, con la lengua, los güevarios y güevos que tienen algun@s ¡qué eficacia no tendrían! Pero no todos son valientes. No daré nombres, pero esta vez no estoy hablado de quienes ustedes se creen.
Antes de embarcarse en esto, hay que superar el miedo a las etiquetas que pone la izquierda facha e imperialista y mafiosa, de ser nosotros precisamente eso. No podemos pensar en mantener un aura propicia para vender nuestras columnas de prensa, no se puede ser un camaján que guarda silencio si no le preguntan, ni hacernos eco del título presidente Raúl con una sonrisa indulgente. He llegado a oír "que qué bien que atendieron Fidel en su enfermedad" : yo conozco el juramento hipocrático aunque no sea médico, pero no le llevaría una sola pastilla, y dudo que quien lo dijo la llevaría, pero qué bien queda decirlo, ¿no es verdad?
No se puede ser neutral ante las mentiras, no podemos no saber si estuvo bien o no quitarle el agua a un preso -como no pudimos serlo ante el asesinato de OZT-, no se puede trabajar por el bolsillo y por el país -si digo por la Patria me crucifican, aunque es lo correcto- como no se puede servir a dos señores. Hay que llamar al pan pan y al vino vino, ser políticamente incorrectos, ser ese perro furibundo que siempre nos acusaron de ser y nunca fuimos - me atrevería a decir que ni siquiera en la época de los sabotajes- y desmitificar cada mal concepto de bloqueo, de educación gratuita (como si vender la conciencia y la libertad de expresión no tuvieran precio) y la sanidad matasanos que se practica hoy en día; volver a recoger testimonios de malapraxis médica para presentar los que ellos no puedan achacar la carencia de medios debido al trabajo que nos cuesta demostrar cómo dichos medios sí que existen en los hospitales-gueto-area -dólar.
Los medios nos escucharán por pesados.