Un matrimonio de Xàtiva vive una odisea en un hospital de los Emiratos Árabes porque los médicos creían que había cometido adulterio.
Ana G. B. y su marido Javier S.G. no olvidarán fácilmente lo que debería haber sido un crucero de placer por los Emiratos Árabes y que se convirtió en una pesadilla para ambos dentro de la sala de un hospital de Dubai. Los dos setabenses contrataron con Costa Cruceros un viaje a bordo del barco Costa Luminosa, en el cual embarcaron en Dubai después de viajar a Zurich vía Madrid, para recorrer ciudades como Abu Dhabi, Al Fujayrah o la propia Dubai en una apretada agenda de ocho días de duración.
Pero cuando llevaban dos días de viaje en el barco, Ana, de 36 años, comenzó a sangrar vaginalmente de una forma anormal, por lo que solicitó la atención del médico de la embarcación, quien únicamente pudo intentar compensar la hemorragia mediante la colocación de un gotero, ordenar un reposo absoluto y dar aviso a una ambulancia para que esperase a la paciente a la llegada al puerto de Dubai, al que llegaron dos días después.
Ana fue trasladada al centro sanitario Nmc Spciality Hospital L. L.C. acompañada de su marido y una guía del barco, y tras una primera inspección por parte de personal sanitario femenino, se le diagnosticó un posible aborto como causa de las hemorragias, algo que la propia paciente desmintió, ya que apenas diez días antes había sido visitada por su ginecólogo y su periodo menstrual había sido normal.
No obstante, el personal médico siguió en su diagnóstico, por lo que procedieron a solicitar el Libro de Familia de la pareja para comprobar la relación entre ambos, ya que en los Emiratos Árabes las relaciones sexuales fuera del matrimonio son ilegales y pueden conllevar pena de prisión. De hecho, en enero, una ciudadana británica fue a denunciar una violación y acabó detenida por tener sexo extramatrimonial en Dubai.
El matrimonio de Xàtiva, que tiene una hija de ocho años, no llevaba encima el documento, por lo que Javier fue retenido de inmediato en el hospital por dos policías armados, exigiéndole que tenía como plazo máximo una hora para presentar el libro o en caso contrario sería encarcelado. Además, a su mujer no se la iba a atender mientras no se mostrase la acreditación de su matrimonio.
Ana recuerda el momento donde la impotencia se apoderó de ambos. «Yo me estaba desangrando y después supe que llegué a una gravedad extrema mientras mi marido intentaba tranquilizarme con los dos agentes al lado. Las mujeres sanitarias me miraban de forma despectiva. Me colocaron una vía y para ello me pincharon repetidas veces. O les enseñábamos el Libro de Familia o me moría desangrada en Dubai».
«Javier llamó a una empleada de la empresa para que fuese a nuestra casa y buscase el documento, y al final lo pudo mandar por fax al hospital cuando a mi marido estaban a punto de llevárselo. Sólo entonces procedieron a atenderme, y necesité tres bolsas de sangre para una transfusión antes de que me hiciesen un legrado. Estuve tres días ingresada», recuerda Ana.
Pero la historia no acabó ahí, ya que el día que tenían que salir del centro para volver a España se les exigió el pago de 3.400 euros pese a tener un seguro contratado. Lograron el dinero y escaparon del hospital cuando apenas quedaba una hora para la salida del avión.
Ana aún siente las lágrimas en los ojos cuando lo narra. «No quiero que a nadie le pase esto. Ellos quieren que se respeten sus derechos y su cultura pero la nuestra la pisotean. Ha sido una pesadilla y creía que nunca más volvería a ver ni a mi hija ni a mi marido».
TODO LO QUE EXIGEN EN EUROPA Y LO POCO QUE OFRECEN.