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Me reservo el derecho de publicar noticias ficticias -debidamente señaladas NF- cuando la realidad me aburra, alternando con mis entradas de opinión.

sábado, 22 de mayo de 2010

¿Tendré que creerme que dejaron pasar este video en la TV cubana?




Link del site que dice ser TV 100% cubana

No hay palabras para expresar la excelencia de éstas de Pilar Rahola, la republicana.

  • “A Argentina le pesa tanto el pasado, que a veces parece que habita en él, como si la realidad no fuera más que su derivada”, escribió en el diario El País, de Madrid, a raíz de un viaje que hizo a nuestro país en 2007. La Argentina acaba de celebrar elecciones legislativas que han cambiado su mapa político. ¿Qué percibió durante estos días en que estuvo en Buenos Aires?
    - Argentina empieza a ser mi segunda patria; me ocupa y me preocupa. Estoy tratando de tomarle el pulso a la Argentina porque creo que es el termómetro del continente. El país tiene una sociedad civil muy activa pero, a veces, parece dormida. Por momentos, la Argentina parece bipolar porque del pensamiento crítico más feroz se pasa a permitir los abusos políticos más extraordinarios. A la Argentina el pasado parece pesarle mucho, y el futuro preocuparle poco, mientras vive en un presente demasiado traumatizado. Creo que al pasado hay que recordarlo pero sin descuidar ni dejar de pensar en el presente ni en el futuro. En la actualidad, lo que percibo es que está atravesando uno de los momentos políticos más desconcertantes de los últimos años, con unos gobernantes que parecen autistas, desconectados de la gente y sus problemas. No cometen más errores porque no se entrenan y los argentinos están perdiendo la oportunidad de ser un país muy importante. No es posible que un pequeño país como Chile tenga más peso geopolítico que la Argentina, ni que tenga una presidente con el 74% de aceptación pública, que es la contratara de su vecina. La derrota en las elecciones indica que se han cometido todos los errores de manual. Cristina Kirchner, la mujer comprometida socialmente, que hablaba de cambiar el rumbo, se ha convertido en una esperanza rota.
    - Julio María Sanguinetti, en una entrevista publicada en LA GACETA Literaria el domingo pasado, afirmó que la izquierda en general no es democrática. El ex presidente uruguayo prologó su último libro y dijo que usted era auténticamente de izquierda. ¿Cómo se lleva con la democracia?
    - Sanguinetti tiene razón en algo fundamental: ninguna ideología se escapa de los procesos autoritarios. Una parte de la izquierda hizo creer que solamente la derecha tiene monstruos en su interior. Monstruos que iban desde Pinochet y Videla hasta Hitler. La derecha tiene monstruos pero la izquierda también los posee, y van de Castro a Pol Pot o Stalin. Me llevo bien conmigo misma porque soy una librepensadora. Y eso significa que me mantengo en mi territorio de dudas y no entro al terreno de los dogmas de fe. Cuando una ideología entra dentro de ese territorio se convierte en perversa y reaccionaria. En la derecha ocurre ese fenómeno; en la izquierda también. Lo que ocurre es que la izquierda es la que hace más ruido, en las calles, con sus pancartas y consignas. La izquierda que grita más es, generalmente, la peor: es la que suele perder el sentido común, apoyando a gobiernos totalitarios, celebrando actos terroristas como los del 11 de setiembre, convirtiéndose en una verdadera caricatura. Lo que me repugna es que en nombre de la justicia social y de la libertad, de todo lo que yo defiendo, se aclame a hombres brutales que atentan contra esos ideales. Un ejemplo de estas contradicciones es el fenómeno de Hugo Chávez y de tantos “Chavitos”, como los que pueden encontrarse en la Argentina. Chávez utiliza la democracia para destruir la democracia, desmantelando minuciosamente sus instituciones, y tiene un proyecto imperial con sus aliados de Corea del Norte, Libia e Irán. Que este hombre diga que es de izquierda, me molesta. Pero que apele a la libertad, me enfada profundamente. He militado en partidos de izquierda y peleo por conceptos de la izquierda pero no salgo del campo de juego. El campo de juego es el que delimitan la Carta de Derechos Humanos, la libertad y la democracia.
    - En el programa de Mirtha Legrand, en el que estuvo este martes, dijo que muchos de los grandes intelectuales de izquierda están sobredimensionados, algo que no sucede con los de derecha. ¿Por qué ocurre esto?
    - Por ejemplo, Samuel Huntington habla del choque de civilizaciones y se hunde. No es recomendado en ninguna cátedra universitaria ni es tenido en cuenta en casi ningún ámbito del mundo intelectual. Y eso ocurre porque es de derecha. En cambio, los intelectuales de izquierda que dicen las mayores barbaridades son siempre impunes. Un ejemplo claro es el premio Nobel José Saramago, que escribió a favor de Stalin y en contra de la caída del muro de Berlín, que sigue defendiendo a Castro y que integró las listas del jurásico partido comunista portugués en las últimas elecciones. ¿Cómo alguien puede equivocarse tanto y tener tanto prestigio? Eso ocurre porque se sobreentiende que un intelectual de izquierda es bueno. La izquierda monopoliza el prestigio intelectual. Hay que romper el mito que asocia a la izquierda con la pureza. Hay intelectuales de derecha que han ayudado a mejorar el mundo y otros de izquierda que han contribuido a empeorarlo y viceversa. Como yo no me caso con nadie puedo juzgar con libertad.
    - El mundo ha condenado, en forma casi unánime, el golpe de Honduras, aglutinando a figuras que van desde Castro y Obama hasta Chávez y Uribe. Algunas voces aisladas como la del Wall Street Journal, o la de intelectuales como Carlos Alberto Montaner desde el Washington Post, justificaron el derrocamiento y plantearon que se está juzgando la situación con pautas extemporáneas. ¿Cuál es su opinión?
    - Creo que cualquier golpe de Estado debe ser condenado. El actual gobierno de Honduras tomó el peor de los caminos; se equivocó. Pero de ahí a convertir a (Manuel) Zelaya en un santo hay un abismo. Pienso que se trató de un contragolpe a quien quebraba las leyes, gobernaba de espaldas a la sociedad e intentaba convertir a su país en un satélite de Chávez. Zelaya intentó un golpe de estado “blando”: el que consiste en socavar la democracia desde la democracia, replicando lo que se hace en Venezuela y en Bolivia. Lo notable de Zelaya es que violó la Constitución y ahora apela a ella para volver a su cargo. Criticó a Estados Unidos y ahora va corriendo a ver a Hillary Clinton. Forma parte de la lógica, o la contradicción, populista. Lo que yo le preguntaría a Cristina Kirchner, que viaja en el avión con Correa a denunciar el golpe, es dónde estaba antes. ¿Dónde estaba Cristina cuando Zelaya desmantelaba la libertad en Honduras? ¿Por qué se paseaba de la mano de Castro? Argentina está cada vez más cerca de Chávez y cada vez más lejos del sentido común. Lula, Bachelet, Tabaré Vázquez no viajaron. Sí Cristina, y en medio de la pandemia que vive su país.
    - En un artículo publicado esta semana en el diario La Vanguardia usted denuncia un proceso colonizador del gobierno iraní y de miembros del Hezbollah en América latina, con el apoyo de Chávez y Castro. ¿En qué consiste ese “proceso” y cuán grave es?
    - Chávez ha construido la “pista de aterrizaje” para Irán en Latinoamérica. Hay contratos económicos y militares entre iraníes y países del ALBA, pueblos islamizados, fábricas montadas, alta presencia de miembros del Hezbollah. Hay fuentes que indican que el 50% de la financiación de Hezbollah viene de la Triple frontera. La penetración iraní en América latina es muy preocupante. Es lo único que le falta al continente; que se plante la bandera del chiismo radical.
    El peligro iraní
    - ¿Cómo cree que evolucionará la situación en Irán?
    - Las elecciones iraníes son una gran mentira: solamente se presentan los candidatos permitidos por el consejo de los ayatollas. Irán tiene un régimen brutal y enormemente rico. Pero también es el país que tiene la sociedad civil más organizada, capaz de quebrar al régimen, aunque eso implique muchas muertes. Irán, por su gobierno, es el país más temible del mundo islámico en Medio Oriente; pero también, por sus ciudadanos, es el que genera más esperanzas. El problema es que toda Europa está seducida con los petrodólares iraníes. ¿Por qué no convertimos a Irán en la nueva Sudáfrica? El mundo condenó el apartheid contra los negros. ¿Por qué entonces permitimos el apartheid contra las mujeres, los estudiantes y los que aman la libertad?
    - ¿Cree que Obama aplica un doble standard en la situación de Irán respecto de la de Honduras?
    - Pienso que Obama está tan preocupado por gustar que le dice a cada uno lo que quiere oír.
    - Usted dijo que él era un populista en un artículo reciente.
    - Sí, creo que tiene una tendencia al populismo. A pesar de eso, valoro sus esfuerzos por poner palabras donde antes había armas. Sin dudas ese es el camino. Pero Obama no tiene mucho tiempo. Puede hacerse el simpático unos meses más pero, a partir de diciembre, el proceso nuclear iraní no tendrá marcha atrás. Al mundo le queda muy poco tiempo para parar el surgimiento de un nuevo régimen totalitario con armas nucleares. La administración norteamericana lo sabe bien, como también que en algún momento debe plantarse, dejando de lado la política de “buenos amigos”. Y no me refiero a hacer la guerra, que sería una barbaridad que no solucionaría nada. Me refiero a un boicot económico y político que haga daño al gobierno de los ayatollas. Eso es lo que pide a gritos la ciudadanía iraní: que Estados Unidos rectifique la pasividad actual.
    - ¿Piensa que si EE.UU. no la rectifica, Israel bombardeará Irán?
    - Hay una frase en la Biblia: “si tu enemigo dice que quiere destruirte, debes creerlo”. ¿Por qué no habríamos de creerle a Irán cuando dice que hay que borrar a Israel de la faz de la Tierra? Los fundamentalistas no mienten: cumplen todas sus amenazas. Cuando Bin Laden, después del 11 de setiembre, señaló a España diciendo “ahora Al-Andaluz”, era evidente que sufriríamos un atentado terrorista. Irán es un país que hizo atentados en otros países, como lo saben bien los argentinos por sufrirlo en carne propia. Cuando Hitler dijo que iba a hacer desaparecer a los judíos de Europa, había que creerle. Casi lo consigue al convertir en humo a dos tercios de los judíos europeos. Si Irán llega a tener capacidad nuclear, el mundo tendrá un riesgo enorme.
    El futuro de Medio Oriente
    - “La lucha de Israel, aunque el mundo no quiera saberlo, es la lucha del mundo”, dijo en una conferencia que dio en Washington el año pasado. ¿Recibe muchas críticas por la defensa que hace de Israel?
    - Gran parte de la izquierda ha simplificado el conflicto palestino-israelí en un esquema de “buenos y malos”, “víctimas y verdugos”, desconociendo la mano de Irán, Siria y los yihadistas, de los palestinos que reprimen a otros palestinos, de los totalitarios que quieren masacrar en nombre de Alá. Claro que en el lado israelí también hay responsabilidad que debe ser criticada. Pero el conjunto debe analizarse contemplando su complejidad. Lo que ocurre es que hay un sector de la izquierda que, habiendo perdido las utopías, ha sustituido la boina del Che Guevara por la kefia palestina. Que me critique esta izquierda, que defiende ideas totalitarias, es un honor. Lo que me preocupa es la contaminación de tantos cerebros jóvenes, que no saben nada sobre el conflicto, que no se hicieron ninguna pregunta y creen que tienen todas las respuestas, que creen que son solidarios criticando a Israel. No se dan cuenta que Israel es adversario de los palestinos pero no su enemigo. El enemigo es Hamas. Con Hamas y Hezbollah no hay futuro. Hezbollah es una agrupación que pone trozos de carne humana en sus banderas. Su líder envió a su propio hijo a morir. Se puede salir a la calle y protestar contra la incursión israelí en Gaza pero también debe criticarse a Hamas. No balancear el conflicto no es ayudar a la paz: es ayudar a la muerte. Palestinos e israelíes pueden negociar duramente pero en esos intercambios hay futuro. Eso es lo que defiendo y lo que me ha valido amenazas de muerte. La policía me cuida pero sé que es el precio que debemos pagar los que no queremos formar parte de los dogmas de fe de un mundo virulento. Lo que me irrita no son los ataques de los fundamentalistas, porque son coherentes, sino los de los que me insultan y dicen defender la libertad. También recibo muchísimo apoyo porque el sentido común, afortunadamente, es mayoritario.
    - Usted conoce muy bien Medio Oriente. ¿Cómo imagina el futuro de la región?
    - El petróleo es un arma de destrucción masiva: es lo que da el dinero para montar las mayores atrocidades. Si no superamos la era del petróleo, no habrá libertades en Medio Oriente. Si no las hay, no frenaremos el fenómeno yihadista. Si no lo paramos, no habrá paz en Medio Oriente. Se trata de una cadena. Todo el mundo libre depende de un modelo de vida que da miles de millones de dólares a dictaduras atroces que lo utilizan para esclavizar a sus pueblos y fomentar el terrorismo. Esto se acabará el día en que el petróleo no sea la clave económica del mundo. Lo dramático es que toda esa riqueza no sirvió para nada. En los últimos 70 años todo el dinero de ese petróleo no ha dado un solo premio Nobel en todos los países islámicos de Medio Oriente. En cambio, en las mismas seis décadas, un pequeño país de siete millones de habitantes, como es Israel, generó muchísimos Nobel. No olvidemos que hace un tiempo Mohamar Kadafi dijo: “ustedes tienen la bomba atómica pero nosotros tenemos la bomba demográfica”. Ahora quieren tener las dos.
    - ¿Qué papel cree que debería jugar Estados Unidos en Medio Oriente?
    - Europa critica permanentemente a EE.UU. pero lo cierto es que los únicos que se han metido en el barro son los norteamericanos, los que sentaron a palestinos e israelíes en Camp David y en Oslo para resolver el problema. EE.UU. es aliado de Israel pero también es el mayor donante de dinero a la Autoridad palestina. Creo que los norteamericanos deben seguir metiéndose pero, de todos modos, soy pesimista. Por más buenas intenciones que tengan los norteamericanos, los israelíes y un líder que me gusta como Mahmud Abbas, temo que Teherán dinamitará cualquier eventual acuerdo con la ayuda de Hamas, cuyo propósito fundacional es la destrucción de Israel. Me parece que no estamos cerca de la paz.
    El pluralismo y la muerte
    - Desde su perspectiva, ¿hay culturas superiores o todas son moralmente equivalentes, como sostiene la mayor parte del progresismo?
    - Hay una cultura superior y es la del derecho. No creo en choques de civilizaciones sino en un choque entre la civilización y la barbarie. El bárbaro es el que en nombre de una ideología mata, secuestra, tortura. El civilizado es el que lucha contra eso. En el Islam los civilizados son las mujeres que luchan por sus derechos, los ciudadanos que pelean por la participación en la vida pública, los escritores que alzan su voz contra la tiranía yihadista. Los bárbaros son los que persiguen a los disidentes, esclavizan a las mujeres, amenazan al mundo. Hay una forma superior de ver al mundo y es la que refleja la Carta de Derechos Humanos. No creo en las teorías de Huntington o de Oriana Fallaci que estiman que Occidente es superior a Oriente. En Occidente engendramos monstruos terribles y el Islam ha dado grandes pensadores. Pero lo que sí creo es que el fenómeno totalitario es brutalmente inferior al democrático. Yo estoy del lado de las mujeres lapidadas, de los que luchan por las libertades en las calles de Teherán o en cualquier lado; y me importa poco que sean musulmanes, católicos, judíos, ateos o bailarines de flamenco.
    - Fue cronista de guerra en varios conflictos. ¿Cuál es la mayor marca que le han dejado?
    - Las guerras te cambian. En cada vuelta a mí país, pasé más de un mes sin entenderlo. No puedes creer que tus conciudadanos pierden su tiempo en tonterías mientras tu tienes el alma colgando en una percha. La imagen más nítida de todas las guerras que viví me quedó grabada en Africa, en las montañas de Etiopía, en medio de un conflicto que, como todos los africanos, fue anónimo y pasó inadvertido para todo el mundo. Es la imagen de una madre etíope acunando a un niño que llevaba dos horas muerto. Le pregunté a una persona que la conocía si no le iban a sacar el niño de sus brazos y me contestó: “la muerte en Africa tiene su tiempo”.
    © LA GACETA
    Pilar Rahola es doctora en Filología Hispánica y tiene una extensa y destacada trayectoria como periodista. Condujo exitosos programas televisivos y radiales en España; fue corresponsal de guerra en Africa, Europa del Este y Medio Oriente; y actualmente es columnista de los diarios El País (Madrid), La Vanguardia, El Periódico y Avui (los tres de Barcelona). También tuvo una activa participación política como diputada del Parlamento español por la Izquierda Republicana Catalana y como vice-alcaldesa de su ciudad, Barcelona. Publicó nueve libros (el último es La libertad herida); disertó en numerosos países; y dirigió la Fundación Acta, entidad dedicada a la difusión del pensamiento y el debate. Es reconocida por su ferviente lucha contra el avasallamiento de los derechos del niño y la mujer, el antisemitismo, el terrorismo, la corrupción y las más diversas formas del autoritarismo.
    Su página de Internet es http://www.pilarrahola.com

A todos estos los mandó matar Fidel personalmente. Sabía que había niños, pero dijo : ahóguenlos.

Genial, Laritza Diversent.


Escribir en la red con tu nombre verdadero y criticar al gobierno es un verdadero reto si vives en Cuba. Cuando publiqué mi primer artículo, estaba consciente de que estaría en el punto de mira del Departamento de Seguridad del Estado. Habían  comenzado los retos.
El primero, soportar que la policía política se entrometiera en mi vida íntima. El segundo, ignorar el control que pudieran tener sobre mis actos. El tercero, exponer a mi familia. Para mí, estos tres retos son los más importantes.
Publicar trabajos con mi nombre y apellidos en internet me convirtió en una disidente pública para el régimen cubano. A partir de ese momento, pasé a ser una CR, las dos letras con las cuales la Seguridad del Estado identifica a los disidentes y periodistas independientes, y que significan contrarrevolucionario.
Cuando tomé la decisión de escribir, estaba consciente de que hurgarían en mi pasado, en particular sobre los “secretos personales” que pudiera tener. Realmente no hay una forma de saber cómo y cuándo, buscan y obtienen información sobre ti. Me imagino que utilizan la que tienen archivada desde que eres un niño y asistes a la escuela; después, cuando continúas estudiando, empiezas a trabajar y también, por supuesto, la que obtienen en tu cuadra, a través de los Comités de Defensa de la Revolución, entre otras organizaciones de masas.
Me imagino que, además, contactan con amistades de la infancia, excompañeros de aula, amigos del barrio, y hasta con familiares cercanos y lejanos. Es difícil saber quién puede delatarte. Cualquier persona que se relacione contigo podría darles, directa o indirectamente, informaciones sobre ti, sin tu saberlo. Eso genera una especie de paranoia que te obliga a desconfiar de todas las personas que te rodean. Y donde quiera ves un delator o chivato.
Lo cierto es que todo lo indagan, porque les interesa todo sobre tu vida. Eso te lo hacen saber en cada una de las “entrevistas” a las cuales te citan y estás obligado a asistir. Citaciones que al principio son para disuadirte: “Estás en un mundo que no conoces, y nuestro deber es alertarte”. La disidencia, dicen, es algo inmundo. Y ellos, una y otra vez lo repiten, “los salvadores de la patria”.
Sin embargo, el objetivo de la Seguridad no es que se dejes de disentir, en este caso de escribir y publicar en internet. Ni siquiera que dejes de criticar al gobierno. No, ellos lo que buscan es que empieces a “colaborar”. Y poco a poco te vayas convirtiendo en agente o informante, como otros que periódicamente preparan e infiltran en la disidencia, el periodismo independiente y la naciente blogosfera.
Para lograrlo, buscan lo que ellos consideran ”tu lado oscuro”. Y por eso escudriñan en tus relaciones amorosas, familiares, preferencias sexuales… Cualquier detalle que les sirva para chantajearte. Cuando descubren algo, no tienen escrúpulos en utilizarlo. Y si eres flojo de piernas, te obligan a hacer lo que ellos quieren: captarte para que integres su cuerpo de soplones.
Hasta te asignan un oficial de la Seguridad, quien será el encargado de “conversar” contigo, de decirte “estamos al tanto de tus visitas a…”. Que ellos saben con quién te reúnes, a dónde vas… Para que sepas que te tienen controlado, y siguen cada uno de tus pasos. No importa lo que hagas ni donde estés: ellos son como dios, omnipresentes.
Para sobreponerme a todo ese diabólico modus operandi del Departamento de Seguridad del Estado, el mismo empleado con la mayoría de los disidentes y periodistas independientes cubanos, una y mil veces me repetía “mi vida es mía, la he hecho pública, no tengo nada que esconder, y nada de lo que encuentren me va a afectar”.
Así fue como superé los dos primeros retos. Sin embargo, el tercero es el más difícil: que lo que hago, no afecte a mi familia.  La primera vez que la Seguridad contactó conmigo, lo hizo a través de mi papá. Le dijeron que me estaba reuniendo con “gusanos” (desafectos a la revolución), que escribía para un sitio en internet de “contrarrevolucionarios” y que si no paraba, podría ir a prisión. Mi padre fue excombatiente del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, oficial retirado de las Fuerzas Armadas y actualmente es miembro de la Asociación de Combatientes. En pocas palabras, es fiel a esta revolución.
Pueden imaginarse lo ocurrido. Sin embargo, me amparé en mis derechos y les exigí a los “segurosos” que no inmiscuyeran a mi familia.  Les hice saber de que era mayor de edad, responsable de mis actos y que sólo yo debía asumir las consecuencias. No obstante, citaron a mi esposo a través del jefe de sector o policía a cargo de una barriada.
Aparentemente, el motivo de la citación era que mi esposo no trabajaba para el Estado. Pero quien en realidad lo citó y entrevistó fue el agente encargado de mi caso. Un joven que dice tener 27 años y se identifica como “Ricardo”. Le dijeron que yo salía sola, que me reunía con hombres, para tratar de provocarle celos, conocedores de que los cubanos son muy machistas. Tuvieron inclusive la desfachatez de pedirle “colaboración”. Querían que mi esposo me prohibiera salir a determinados lugares.
Especial cuidado tengo con mi hijo. Tiene 10 años y cursa el cuarto grado de la enseñanza primaria. Aunque uno no lo quiera, siempre se afecta a la familia. Está, además, el hecho de que como la Seguridad contínuamente está investigando sobre ti y tu entorno, puede descubrir cualquier problema o situación ilegal de algún miembro de tu familia.
En Cuba se vive al margen de la ley. El Estado supuestamente es el responsable de garantizarlo todo, nosotros sólo debemos estudiar o trabajar. Pero en la vida real, en el día a día, no es así. Los salarios no alcanzan y la gente se ve obligada a buscar alternativas para sobrevivir. Por tanto, un alto porcentaje de la población recurre a ilegalidades, que se han convertido en su medio principal de subsistencia.
Después de la oleada represiva de marzo de 2003, y el costo político-económico, pero sobre todo el aislamiento internacional que estos hechos representaron para el gobierno, disminuyeron los métodos de represión violentos contra los disidentes y periodistas independientes que escribían y firmaban con sus verdaderos nombres en internet.
Precisamente el hecho de que el mundo pueda conocer el nombre y el rostro de la disidencia, que pueda constatar que somos personas de carne y hueso con opiniones propias, nos da cierta protección. No obstante, los métodos sutiles de represión continúan y éstos suelen ser más efectivos porque actúan en la psiquis individual. Pese a esa protección internacional, son aún muchos los riesgos que en Cuba se corren por escribir en internet.

MI NOTA. Y AUN SI NO VIVES EN CUBA  ES ARRIESGADO, DEBIDO A LA MAREA DE CHIVATONES DE LA BLOGOSFERA CUBANA, COMO EL DIBUJANTE VARELONA, ANTES EX-CASTRISTA Y AHORA CHIVATONA, Y TODA UNA COHORTE DE BUFONES FARANDULEROS QUE MERCANTILIZAN CON EL DOLOR DEL PUEBLO Y LA DISTANCIA TECNOLÓGICA PARA DAR "GLORIA" A SU BLOG MONETIZADO, INCLUYENDO ESCRITORES QUE PASAN POR ILUSTRES Y ESTARÍAN MEJOR LUSTRANDO LAS BOTAS DE JUDAS.

Enrique Ubieta dejado en ridículo por Laritza Diversent, jurista cubana honesta.

Según Enrique Ubieta, "Es difícil morirse en Cuba… porque impera la ley y el honor".
En su artículo sobre la muerte del disidente Orlando Zapata Tamayo, publicado el 24 de febrero en el sitio oficial Cuba Debate y el 27 de febrero, tres días después y en versión "corregida y aumentada", en las ediciones impresa -la única disponible para la mayor parte del pueblo, sin acceso a internet- y digital del diario oficial Granma, Ubieta se pregunta:
Pero, ¿por qué hay gobiernos que se unen a la campaña difamatoria, si saben -porque lo saben-, que en Cuba no se ejecuta, ni se tortura, ni se emplean métodos extrajudiciales?

¿Será ingenuidad Ubieta o es ironía? ¿Se le olvidó acaso el fusilamiento, que en tres días decidió un tribunal cubano, a tres jóvenes negros que intentaron abandonar el país secuestrando, sin que hubiera victimas, una embarcación en el año 2003?
Como bien dice Ubieta en su versión para CubaDebate "las Damas de Blanco y Yoani" pueden ser detenidas según las leyes vigentes. Es importante señalar que los nombres de "las Damas de Blanco y Yoani", fueron convenientemente sustituidos por la frase "los mercenarios cubanos" en la versión para consumo nacional publicada el sábado en la edición impresa de Granma.
Por poner un ejemplo de las leyes vigentes en Cuba a las que se refiere el periodista, veamos la Ley 88, "De Protección de la Independencia Nacional y la Economía", que restringe y sanciona penalmente, la libre expresión. Prerrogativa que incluye, la de no ser molestado a causa de una opinión, la de investigar y recibir informaciones, de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio.
¿La habrá leído? ¿Considera Ubieta justa, una ley que sanciona a todo aquel que suministre información, al que acumule, reproduzca y difunda materiales que critiquen al intocable "sistema socialista", al que perturbe con sus ideas el orden público, al que colabore con sus opiniones, por cualquier vía, con emisoras de radio y televisión, periódicos, revistas u otros medios de difusión extranjeros?
Para seguir hablando de leyes vigentes en Cuba, también podemos mencionar la Constitución de la República, que en su artículo 62 establece que…"ninguna de las libertades reconocidas a los ciudadanos puede ser ejercida contra lo establecido en la constitución y las leyes, ni contra los fines del estado socialista…, la infracción de este principio es punible" ¿Sabrá Ubieta que los derechos humanos son irrestringibles? No existe justificación para que un Estado, socialista o no, limite indefinidamente la vigencia de los derechos ciudadanos. Para su conocimiento, los derechos del hombre, admiten limitaciones mínimas sólo en función del orden público.
Perdóneme, señor Ubieta, pero insisto en explicarle: Los Estados de Excepción o Emergencia, se imponen en la sociedad sólo cuando surgen situaciones anormales. Ejemplo: las catástrofes naturales, como el paso de los huracanes por la isla en septiembre de 2008, o la propagación de epidemias.
La solución de estos problemas requiere la adopción de medidas especiales, que menoscaban el ejercicio de ciertos derechos individuales. De esta forma se impone temporalmente y por estricta necesidad una dictadura, afectándose la democracia. Todo en función de preservar el orden interno de un país.
Un estado verdaderamente democrático prevé en su legislación interna la ocurrencia de estos acontecimientos. Principalmente para asegurar que durante la vigencia de los mismos se respete la esencia de la dignidad humana y la seguridad personal de sus ciudadanos.
La constitución cubana, después de la reforma de 1992 reconoce en su artículo 67, el estado de emergencia. Sin embargo, su regulación desde el punto de vista jurídico lógico es innecesaria, si partimos de la existencia del artículo 62. No hay necesidad de regular las restricciones temporales y excepcionales de los derechos ciudadanos, si la constitución prohíbe el ejercicio de los mismos frente al poder del Estado de forma indefinida.
Le pongo un ejemplo real, para que me entienda mejor. En menos de 10 días, los huracanes "Gustav" e "Ike" arrasaron la isla de Cuba. Los fenómenos destruyeron decenas de miles viviendas, tendidos eléctricos y telefónicos, miles de hectáreas de cultivos y obras de infraestructura. Se unió el aumento de los precios de los combustibles, como efecto inmediato de la crisis financiera internacional.
El desabastecimiento de los mercados internos, principalmente del agrícola, generó un aumento en los precios de los alimentos y productos de primera necesidad. De inmediato, el gobierno desató una voraz persecución contra los vendedores de cualquier cosa. El 22 de septiembre de 2008, el Tribunal Supremo Popular emitió la instrucción 188. Esta disposición facultó a los tribunales a aumentar hasta la mitad el límite máximo de la sanción de los delitos que juzgaran, según la edición del 21 de octubre de 2008 del diario Granma.
Esta fue la única disposición de un órgano del gobierno que declaró las circunstancias que vivía la isla, después del paso de tres huracanes, como una "situación especial". Aquí esta la primera violación de la legalidad por un órgano estatal. La Ley No 75 de Defensa Nacional prevé que en caso de desastres naturales que por su naturaleza, proporción o entidad afecten el orden interior, la seguridad del país o la estabilidad del Estado se declare un Estado de Emergencia.
Respecto a este hecho legal, el Presidente del Consejo de Estado no pronunció ni una palabra, a pesar de que la referida ley le exige declararlo por medio de una resolución en la que se expresara las causas que lo originan, la delimitación del territorio donde se establece y el plazo de vigencia que tendrá.
No obstante, sus efectos se aplicaron. Los sancionados por venta ilícita, se les aplicó una circunstancia agravante de la responsabilidad, por cometer el hecho, aprovechando la circunstancia de una calamidad pública o de peligro eminente de ella u otra situación especial. (Artículo 53 inciso e, del Código Penal)
Juicios sumarísimos sin ninguna garantía para una defensa justa, tribunales de facto para enjuiciar los hechos en las estaciones policiales, el clima de inseguridad aumentó. Nada garantizó en esa circunstancia especial, la esencia de la dignidad humana y la seguridad personal de los cubanos.
Hay más, hubo una segunda violación: la referida instrucción judicial, no se publicó en la Gaceta Oficial de la República. Acción previa, e ineludible, a la entrada en vigor de una disposición normativa emanada de cualquier órgano del Estado, es que la misma se dé a conocer a través de los órganos de publicación oficial. En Cuba es la Gaceta Oficial de la República la que cumple esa función, no el periódico Granma, que dio a conocer la disposición, cuando hacía más de un mes que se estaba aplicando.
Ahora yo le pregunto, señor Ubieta: ¿Seguro que impera la ley en Cuba?
¿A quién le interesó la afectación a la seguridad jurídica de la ciudadanía? Usted guardó silencio. Nadie protestó porque, como siempre, se limitó el conocimiento de los derechos y deberes de la población.
Yo pregunto, señor Ubieta: ¿De qué honor usted habla?
Mejor cállese, si no sabe que decir