Carta abierta a Daesh

Vosotros, estado islámico. Ni sois islámicos ni sois estado. Cuando matáis no ganáis, como no sea una plaza fuera del Paraíso. Mi Libro lo dice,  vuestro Libro lo dice y lo dicen los de las otras religiones y de los ateos. No os voya pedir que dejéis de matar porque no depede de vosotros. Traicionásteis las enseñanzas del mismo dios que decís defender y por eso le ha dado poder a Satanás sobre vosotros . Cada vez que decapitáis a alguien creais un mártir, pero no vuestro sino la persona cuya cabezas sostenéis en al aire sonrientes porque no tenéis ni idea de que acabáis de perder el paraíso para siempre . Ése es vuestro futuro. Mientras tanto, aquí no le gustáis a nadie, no podéis convertir a nadie a la fuerza: así de equivocados estáis. Estáis muertos , por eso traéis muerte y predicáis muerte. En cuanto a vuestros temores, no temáis los ataques de nuestras coaliciones, temed la furia de Dios y de aquel a quien va a entregaros. Nosotros no podemos evitaros ni temeros:  nada ocurrirá que Dios no permita o subsane al instante. Así que no os tememos, sólo duele una vez. Pero vuestra ruina es para siempre.