Reproduzco un escrito de Laureano Márquez.
http://vertvnoticias.com/carta-al-monedero-por-laureano-marquez/
Es una gran tragedia para Monedero haber sido asesor de un gobierno
al que le entraron más de un millón de millones de dólares, porque en su
caso el apellido toma una literalidad impresionante y casi todos
atribuyen sus opiniones políticas al monedero recibido de Venezuela en
años pasados. Leo que Monedero acusa a López de instigar la violencia
callejera por las manifestaciones de febrero pasado. El tema de la
pertinencia o no de “la salida” puede ser discutible. Sin embargo, lo
que sí no acepta discusión es que todos los ciudadanos tienen derecho a
solicitar la renuncia de sus gobernantes democráticamente electos si así
lo estiman conveniente, porque que se sepa, el absolutismo es cosa de
otro tiempo, como el derecho divino de los reyes. Acusar a quien
manifiesta públicamente su disidencia de la violencia desatada por el
gobierno en contra de los manifestantes, equivale a acusar a una dama de
la violación de que fue objeto por las características de su
vestimenta.
El señor Monedero muestra claramente varias imprecisiones:
- Aquí nadie salió a la calle a desconocer el resultado electoral. Por
el contrario, el prestigio de Capriles se ha visto comprometido por las
críticas de quienes le pedían propiciar una marcha de desconocimiento
que habría terminado en catástrofe, porque si de algo ha dado muestras
el gobierno es que a la hora de reprimir manifestaciones los Derechos
Humanos y la vida valen poco. Seguramente Monedero no vio las imágenes
de una guardia nacional golpeando a una ciudadana indefensa ni de
estudiantes asesinados por cuerpos policiales, ni supo de las torturas,
ni de grupos armados, ni de una juez vejada vilmente, ni de medios
cerrados. Para Monedero estamos frente a una bella experiencia
democrática amenazada por la derecha fascista. Así la historia es mucho
más fácil de entender, porque él queda del lado de los buenos.
- Monedero habla del golpe del 2002 y presenta solo una versión del
“carmonazo”. Allí pasaron muchas otras cosas: la mayor marcha de la
historia del país fue reprimida con violencia que está grabada y
registrada y sus protagonistas condecorados. La verdad de esos días no
fue solo una reacción de la derecha golpista, pasaron otras cosas que
para el monedero no cuentan.
- Él habla de “una persona que desprecia las leyes” para referirse a
Leopoldo López, un hombre que está inhabilitado por sus opiniones
políticas, que no ha tenido un juicio justo, que está incomunicado.
Monedero, el mismo que asesoró a un presidente que tomó posesión
diciendo “juro sobre esta moribunda Constitución”.
- Monedero compara a la oposición venezolana con el terrorismo de ETA.
Monedero no ha visto llegar motorizados armados a las marchas
opositoras, ni sabe de la señora que murió en Altamira por protestar.
Monedero no ve la película, se queda en los tráilers, que están muy bien
montados para vender una historia taquillera. Monedero no sabe que ya
nadie se atreve a manifestar en Venezuela, no porque este gobierno sea
fabuloso, sino porque tenemos miedo. Miedo de que nos asesinen por decir
lo que pensamos, miedo de salir a unas calles donde los cuerpos
policiales son nuestra principal amenaza, donde las fábricas de balas
son las únicas que no han quebrado, donde lo único que le funciona al
gobierno son las bombas lacrimógenas, porque parece que en las compras
de artefactos de represión nadie se coge los reales.
Monedero vino a nuestro país, vio la Venezuela que quiso ver. Eso,
uno que simpatizó con la revolución cubana, puede entenderlo. Yo fui a
ver la Cuba que me convenía ver, la que me reafirmaba mis ideas. Me
parecía que Cuba culturalmente estaba muy bien porque se publicaban
muchos libros baratos y el hecho de que los de Cabrera Infante no
tuviesen cabida era un detalle intrascendente. Y yo discutía: “¿por qué
necesita Cuba elecciones libres, si llego a la verdadera democracia de
la mano de un hombre inspirado como Fidel?…es más Cuba es la única
verdadera democracia del continente”, pensaba yo. Y resulta que el Fidel
al que tanto respetaba y el detestado Pinochet son lo mismo, dos caras
de la misma moneda, con diferente estrategia de mercadeo, propiciada por
gente como usted, porque resulta que la Venezuela de sus asesorías ya
no tiene democracia, ni instituciones, ni jueces justos que no salgan en
sonrientes fotografías con los funcionarios de los que reciben ordenes.
Monedero debe saber que ha contribuido -sabrá su consciencia en qué
medida- a destruir la libertad que hemos perdido. Es de suponer que no
es solo su apellido lo que le mueve, pero las palabras tienen fuerza y y
al final se transforman -tristemente- en sangre inocente derramada y
personas encerradas en la cárcel por pensar diferente.
Pido a Dios que los españoles reaccionen a tiempo y no tomen el atajo
de la anti política que usted propicia allá, como propició aquí. Porque
a la gente pobre de esta tierra, que ya no puede ni protestar, que no
tiene garantía de elecciones honestas y transparentes, ya no le alcanza
el monedero ni para comprar un kilo de carne.