El disidente Ariel Sigler viajará a Miami para recibir tratamiento
Foto: REUTERS
El disidente cubano Ariel Sigler, recientemente liberado tras pasar siete años en la cárcel, y cuyo estado de salud es muy grave, viajará el próximo día 28 de julio a Miami para recibir tratamiento médico en un hospital de dicha ciudad.
La esposa de Sigler, la 'Dama de Blanco' Noelia Pedraza, ha confirmado que compró el billete gracias al cual su marido podrá viajar a Miami el próximo día 28 de julio.
Pedraza mostró su confianza en que Sigler pueda recuperarse en Miami, "donde hay un hospital esperándole". "Esperamos que pueda volver a andar, que gane peso y que logren resolver su problema de estómago", afirmó Pedraza en conversación telefónica con Europa Press.
La Dama de Blanco afirmó que por el momento la recuperación física de su marido, tal vez el preso político más enfermo de todos los liberados por Cuba, es lo prioritario, pero sostuvo que en el futuro Sigler continuará con su lucha política en favor de las libertades en la isla. Sigler logró obtener la autorización de salida gracias, según sus familiares, a la intermediación del arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega.
Washington, por su parte, concedió al ex preso de conciencia un permiso humanitario --conocido como 'parole'-- para que viaje a ese país y reciba tratamiento especializado. No obstante, el permiso de salida que le otorgó Cuba es definitivo por lo que el opositor no podrá regresar a la isla y deberá resolver su situación legal bien sea en Estados Unidos o en otro país que decida acogerle.Sigler, uno de los detenidos de la llamada Primavera Negra de 2003, obtuvo el pasado 11 de junio una "licencia extrapenal" con la que pudo abandonar el Hospital Julito Díaz de La Habana donde estuvo ingresado varios meses tras presentar graves problemas de salud debido a las múltiples enfermedades que padece.
Antes de entrar en prisión, el disidente era un hombre activo y un reconocido boxeador que gozaba de un excelente estado de salud. Su peso era de 205 libras (94,3 kilos), pero de acuerdo al registro médico realizado al salir de la cárcel su peso había descendido a 117 libras (53 kilos). También sufrió una paraplejia funcional que lo dejó en una silla de ruedas, convirtiéndole en el preso político con el peor cuadro de salud.
Mi nota: Tal como yo dije, hasta los familiares reconocen la gestión decisiva de Ortega. No se puede reducir su rol en eso al de simple lleva y trae, y quien me lo dijo sabe que esto va por él.
Sigo sin saber si el burro tocó la flauta cuando dije que no cederían o se trata de una nueva estrategia temporal del régimen ésto de ceder o definitiva como afirma Moratinos, uno de los gestores de Raulito el Ausente en todo ésto, junto con Ortega y Alarcón,el cual leí que andaba por Suiza haciendo patria a favor de la dictadura. Me alegro de haberme confundido y así lo reconozco. Pero seguimos más descoordinados que el grueso del régimen. Por ejemplo, decían en un entrevista reciente que Ariel ni siquiera podía sostener el cuello sin una collera, y va y se deja hacer esta foto: alpiste para el loro repite mentiras del régimen. Decía Abicú con buen juicio que había que cuidar cómo se ofrecen las imágenes, y citaba -erradamente- uans foto sde "antes y después donde Ariel metía barriga según él" No mete barriga, esa foto es correcta. La que sí no lo es es otra donde esas mismas fotos aparecen filtradas con efecto de espejo cóncavo y convexo. Esa sí que es grave.
¡Descoordinados hasta dar pena!
No puede haber coordinaciçon donde hay desconfiazna mutua y donde cada cual se cree maestro infalible. Por contra, en Cuba, todo esto queda supeditado a la decisión de arriba , el pingalismo blanco misógino , y homófobo, mientras la princesita consentida Mariela Castro no logre integrar la chivatencia gay leninista en la nomenklatura.
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